El Ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, afirmó que el vecino país no va romper el acuerdo sobre la compra de excedentes de Itaipú como respuesta a la insistencia de Paraguay de aumentar la tarifa de energía proveniente de la binacional.
Silveira ha declarado que las negociaciones están en curso y que el modelo actualmente en vigor ha demostrado ser exitoso. Estas afirmaciones surgen en medio de la controversia generada por informes recientes, como el publicado por Folha de São Paulo, que sugieren que Luiz Inácio Lula da Silva estaría considerando la posibilidad de romper el acuerdo de compra de excedentes de energía de Itaipú que corresponde a Paraguay.
El acuerdo actual establece que cada país tiene derecho a la mitad de la potencia de Itaipú, pero debido a que Paraguay no consume toda su parte, Brasil accede al 80% de la energía generada.
En este contexto, Paraguay busca aumentar la tarifa a USD 22,23 por kilovatio al mes, mientras que el gobierno brasileño prefiere mantenerla en USD 16,71, argumentando que un aumento tendría un impacto significativo en la economía, especialmente en la clase media.
El ministro Silveira ha anunciado que sostendrá una reunión el próximo lunes con el director de la parte brasileña de la binacional, Enio Verri. Sin embargo, anticipó que no adoptarán una postura estricta respecto a la cuestión tarifaria, teniendo en cuenta las implicaciones económicas que conlleva.
Paralelamente a estas negociaciones, se está llevando a cabo la renegociación del Tratado de Itaipú.
En este sentido, el ministro brasileño reconoció que siempre ha existido un «estrés natural y legítimo» en relación con la revisión del Anexo C del tratado, debido a las diferencias entre ambos países, propietarios de una de las mayores hidroeléctricas del mundo.
Silveira describió a Paraguay como un país pequeño que se beneficia de la función ejecutiva de Itaipu en términos de logística, investigación e infraestructura. Sin embargo, las discrepancias sobre la tarifa y otros aspectos del tratado continúan siendo un punto de tensión en las relaciones bilaterales entre ambos países.