Paranaländer engripado hasta los tuétanos comenta brevemente al mismo tiempo la charla con Juan Ramírez Biedermann y tres aspectos de su nueva novela Mango.
El viernes pasado, 24 de mayo, pasó por Paranaländer desencadenado el escritor paraguayo Juan Ramírez Biedermann
Entre otras cosas, le pregunté por su flamante última novela, Mango (Rosalba, 2024).
Una de las cuestiones previas, que evadió elegantemente, nos lleva a las siguientes consideraciones sobre Mango: qué importancia tiene en sus cuentos y novelas la música, siendo él músico (primero de la banda de black-metal noventera Sabaoth y ahora de Eyesight, en una línea más rock alternativo).
Para mi Mango es, esencialmente, una novela rockera.
También una novela satánica o más bien diabólica, que entronca con el primer punto.
Un último tercer punto antes de empezar a desgranarlos uno a uno: en Mango el barrio asunceno de Las Mercedes alcanza un grado literario, es convertido por Ramírez Biedermann en un topos literario de pura cepa.
Novela rockera porque a lo largo de sus páginas se escucha mucha música, predominando la música llamada art rock (al borde de la música industrial) como las de King Crimson, Sonic Youth, Syd Barrett, Velvet Underground, Ministry, Skinny Puppy, etc. A tal punto de rockera que no falta el prejuicio típico contra la cumbia, en este caso contra la ¡electrocumbia!
«El siguiente flash le encuentra en medio de la pista, bailando al son de la intro de I exhale de Underworld, que parecería ser el tema que puso fin a la barbarie impune de la electrocumbia, recatando la decencia musical del boliche» (15 pp.).
También vemos a una banda española Héroes de Abisia formar parte de la galería de personajes que conecta La Mercedes con el mundo, muy frecuente en el libro. Y si faltara más argumentos, el definitivo hay que buscarlo en el final, ver cómo termina la novela…(El capítulo, por cierto, se titula, Los surcos)
Diabólica por dos elementos. Uno, se insinúa que los hechos milagrosos acaecidos en Las Mercedes más que obra del bien serían obra del mal (todo esto en un contexto de una especie de círculo esotérico).
Dos, uno de los personajes mercedeños es Claudio Six, poeta maldito, diabólico. Esperemos que el autor edite más adelante sus obras como una de las secuelas de la novela. La otra debería ser la novela del profesor Felipe Bayón: Latidos inmóviles.
Bayón además de una novela escribe los Cantares mercedeños, una especie de blog informativo de las peripecias del ayer y de hoy del barrio.
Me quedo por aquí, seguiría con gusto si una gripe espantosa no dopara todos mis sentidos reduciéndolos a una bola fofa de pasmo, aturdimiento y somnolencia. .
Me retiro a mi covacha a oír El rumor de las nubes.