El Senado aprobó un proyecto de ley que modifica el programa de pensión alimentaria para adultos mayores, eliminando el censo previo para la inclusión, entre otras medidas, con el objetivo de universalizar el beneficio.
La Cámara de Senadores aprobó ayer un proyecto de ley que introduce modificaciones al programa de pensión alimentaria para adultos mayores, con el objetivo de universalizar el beneficio. Entre las principales modificaciones se encuentra la inscripción automática, eliminando así el censo previo que se realizaba para futuros beneficiarios.
El proyecto especifica que la incorporación al programa debe efectuarse en un plazo de 60 días desde que la persona alcanza la edad mínima requerida, asegurando así la universalidad del beneficio para adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad. La edad mínima de ingreso se mantiene en 65 años, pero se establece que las comunidades indígenas puedan acceder a partir de los 55 años, y las personas con discapacidad desde los 60 años.
Además, los requisitos para ser beneficiario incluyen no recibir remuneración del sector público o privado, no ser contribuyente del impuesto a la renta personal, no haber declarado ingresos superiores a dos salarios mínimos mensuales, y no poseer más de 30 cabezas de ganado. El monto de la pensión será del 25% del salario mínimo, con reajustes automáticos según la variación de este.
El Gobierno planea una incorporación gradual de nuevos beneficiarios, con una meta anual de al menos 30.000 nuevos adultos mayores. El programa se implementará de manera progresiva, en función de la disponibilidad presupuestaria. Según el viceministro de Administración Financiera del Ministerio de Economía, Óscar Lovera, la ley prioriza a personas de mayor edad y aquellas en situación de mayor vulnerabilidad.