Paranaländer en plena postración convaleciente recibe de uno de sus pyragues intercontinentales, en este caso del Franchute do Paraguai, una sorprendente reseña de un libro sobre poesía erótica de las misiones jesuiticas.
Ramírez, Brenda, Circa verenda: el erotismo en las misiones jesuíticas del Paraguay, Ediciones de Abajo, Rosario, 2023, 287p., anexo, bibliogr, index.
Ni el placer que me provocó descubrir este libro puede ser comparable con el goce erótico que, a pesar de todo, se vivió en las misiones jesuíticas guaraníes. Esta es la principal hipótesis de trabajo de la historiadora Brenda Ramírez. Su estilo, acercamiento y metodología son tan fecundos como sus fuentes son ricas y variadas.
En los primeros capítulos, la autora propone un buen repaso de la historia de las misiones jesuíticas del Paraguay, muy útil para un público no especialista. Si bien los conocedores pueden saltarlos, al leerlos sentirá que hábilmente la autora lo va predisponiendo – ¿debería decir seduciendo? – para saltar al tema principal del libro: el erotismo en las misiones jesuíticas. La visión de las misiones jesuíticas que la autora presenta ya no es, por supuesto, ni la de quienes atacaron a los padres de la Compañía ni la de los que idealizaron esas páginas de la historia. Además, la autora afirma que debería ser una evidencia: en las misiones se disfrutaba del sexo, y este disfrute era tanto homosexual como heterosexual. Al mismo tiempo el libro argumenta que la empresa evangelizadora no se instaló de un día para otro, a pesar de la carga moral del cristianismo, y cómo éste iba “haciéndose carne, muy duras penas […] las carnes seguían haciéndose duras de placer” (p. 56).
La segunda parte del libro no es menos gráfica, aunque por la riqueza de las fuentes es, por momentos, de lectura más difícil. La autora ejemplifica lo que llama «prácticas eróticas», entre las que la poesía está incluida. Son las fuentes y su metodología, lo que la hacen tan peculiares a este maravilloso libro. Se ha utilizado el Tesoro de Montoya para hablar del cuerpo y sin olvidar la sexualidad (Chamorro 2009), pero centrándose en las entradas y fraseología relativas al deleite y a la sexualidad Brenda Ramírez hace hablar a las fuentes de una manera inédita. Es justamente de estas entradas del Tesoro que la autora saca el magnífico título: «circa verenda«. Esta es una de las frases en latín que Montoya usa para referirse a lo venéreo, como si fuese que “el empleo de la lengua litúrgica del cristianismo sirviese como una especie de profilaxis de la palabra” p. 69).
Aclarado el título de la obra y en gran parte su contenido, no puedo dejar de mencionar el lugar que las prácticas homosexuales toman en el libro y, según la autora, en la vida de la población guaraní de las misiones. El libro no sólo menciona la conocida entrada a propósito del “pecado nefando” que Montoya anota bajo la entrada teviro, entendido como sexo anal entre hombres. Sin embargo, lo más curioso es el olvido en que cayeron las referencias a sexualidad de las mujeres y su homosexualidad. Acompasado de un rico análisis de las epistemologías de género que explican el olvido mencionado, un capítulo entero está reservado a que se refiere al placer entre mujeres en el que la homosexualidad ocupa un lugar importante. El capítulo en cuestión se centra sobre todo en una entrada del Tesoro que se refiere a la “polución de la mujer” y en cuya fraseología podemos leer: “(dice la India cuando:) toca a otra, y la hace tener polución”. A partir de esta entrada, su fraseología y otras fuentes, la autora explora la sexualidad femenina con una brillante sutileza que deja descubrir las vueltas inimaginables que dan las fuentes. Todo ello debido a que fueron estas prácticas sexuales las más ocultadas, invisibles o invisibilizadas.
La riqueza de las fuentes de este libro no tiene igual. La autora presenta una serie de documentos coloniales, incluyendo procesos judiciales, en los que la sexualidad es tratada o mencionada de una u otra forma. Sin embargo, a mi parecer, ninguno de estos documentos tiene la riqueza de los poemas eróticos que la autora descubrió (p. 169 y sgtes.) y cuya simple publicación vale por sí misma. No obstante, no podemos dejar de lamentarnos de que la autora no haya osado una traducción ni que tampoco presente fotografías de estos documentos. Con esto último hubiera evitado, o debilitado al menos, la acusación de falsificación lanzada por Aterradsibu (2023).
Es sin embargo en honor a este rico trabajo de investigación y análisis que propongo entonces la traducción de tres de los poemas eróticos publicados por Brenda Ramírez. Para facilitar la lectura, procedo en primer lugar a la transliteración de los textos según las convenciones gráficas del guaraní moderno. Creo así facilitar, en parte, la lectura de quiénes hoy hablan y leen en guaraní. Posteriormente, traduzco los textos al mismo tiempo que agrego algunas notas lingüísticas para que quienes leen puedan acercarse a la hermosa poesía erótica del guaraní colonial.
anexo n° 7 (pg. 196)
Nachemorĭpĭtymbo rũguãȋ
chemȇ cheri obĭgâmô.
Co abá mȃnê mȃnê mbaú
imȇmbeg eté rae rá!
Cherapypi opokópokóeỹm
Ndaeteé:
Quĭnaȋ ñõte xemorĭpĭtymbó!
Transliteración moderna:
Traducción:
Nachemorypytĩmbo ruguãi
Nunca llego a eyacular o a tener orgasmos
cheme cheri ovýgamo.
cuando mi marido se acuesta conmigo.
Ko ava manẽ manẽ mba’u
Este indio bueno para nada y ruin
imembeg ete ra’e ra!
¡Qué flojonazo resultó ser!
Cherapypi chepokópokóe’ỹ
No es capaz de toquetearme la vagina
Nda’etee
Por lo que
Kynaĩ ñote che morypytĩmbo
¡Solo con ustedes mujeres suelo tener orgasmos!
anexo n° 11 (pg. 201)
Cuimbaé cuňãmbotahába, cuňã menônde,
Ndaicuimbaéreco rũguãȋ.
ymêgúȃceri tecatú cuňã rehé yepe
cuňã niporȃngereco catú quaái
añȇbȇ:
che rĭpĭtymbó anȏhȇ che yeehe
gui yepocóca.
Transliteración moderna:
Traducción:
Kuimba’e kuña potaháva, kuña menonde,
El hombre mujeriego y fornicario
ndaikuimba’ereko ruguãi.
¡No es hombre para nada!
Imeguãséri tekatu kuña rehe jepe
Aunque quiera ser un pícaro con las mujeres
kuña niporãngereko katu kuaái
no sabe agradarles para nada.
añevẽ:
Por lo que
che rypytĩmbo anohẽ che jeehe gui jepokóka.
yo misma me provoco orgasmos al tocarme.
anexo n° 19 (pg. 220)
tahatapĭñã nderapĭ paȗme ñane ratá
añȇmbocȗ acubo aytĭquĭcú quĭcú nde rambá ygûabo
nde rĭpĭtymbó ñamȏmbucábo
Transliteración moderna:
Traducción:
Tahatapỹiña nderapypa’ũme ñande rata
En tu entrepierna atizo nuestra llama,
añembokũ akúvo aitykyku kyku nde ramba iguávo
nde rypytimbo ñamombukávo
al calentarme la lengua a cortitos sorbos con los que voy comiendo tu vulva
mientras tu gozo hacemos estallar
En síntesis, por fin podemos leer un libro sobre las reducciones jesuíticas del Paraguay, que dé ganas.