Un grupo adicional de bomberos voluntarios se unió a las labores de extinción de incendios en el norte de Alto Paraguay, donde ya se encuentran operando militares, brigadas forestales de la SEN y otros equipos de bomberos.
Este martes por la mañana, un nuevo grupo de bomberos voluntarios partió vía aérea hacia la región del Cerro Chovoreca, ubicada en el norte de Alto Paraguay, para reforzar las operaciones de combate contra los incendios forestales que afectan la zona. El contingente, enviado en un avión de las Fuerzas Armadas, se suma al personal militar y otros bomberos que ya se encuentran en el lugar, trabajando junto a la brigada forestal de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
El ministro de Defensa Nacional, Oscar González, confirmó el despliegue de los bomberos y el envío de equipos adicionales, indicando que el nuevo grupo se unirá a un contingente de 50 militares que partió el lunes. Según datos proporcionados por el general Severo Gamarra, del III Cuerpo del Ejército, ya se encuentran en el área 82 efectivos militares del Tercer Cuerpo del Ejército, distribuidos estratégicamente para contener el avance del fuego.
González también informó que se ha movilizado un helicóptero con el dispositivo «Bambi Bucket», un sistema especializado para cargar y arrojar agua desde el aire, que permitirá incrementar los esfuerzos de extinción. Este equipo es fundamental en el combate aéreo contra incendios en terrenos de difícil acceso.
Según los reportes más recientes del Instituto Forestal Nacional (Infona), alrededor de 84.000 hectáreas han sido afectadas por las llamas, impactando principalmente el parque natural Cerro Chovoreca, una de las últimas áreas de bosques vírgenes en la frontera con Bolivia.
Además de las acciones para contener los incendios, las autoridades continúan implementando operativos para distribuir agua potable y mitigar los efectos de la sequía en la región. Este martes, partió el convoy número 13, que transporta 305.000 litros de agua, con destino a las comunidades afectadas.
La situación en la región del Chaco sigue siendo crítica, y los esfuerzos conjuntos de diferentes entidades buscan minimizar los daños y proteger los recursos naturales y la salud de los habitantes locales.
