El presidente Peña afirmó que el Gobierno no tiene un proyecto de reforma laboral, pero espera abrir el debate sobre “una realidad que hoy está precarizando el empleo de miles de paraguayos y lo que queremos es proteger el empleo”.
En una reciente declaración, el presidente Santiago Peña abordó la polémica en torno a una eventual reforma laboral, destacando que “es un tema tremendamente sensible” y que, por esa razón, nunca antes se había planteado. Señaló que su gobierno busca tener el coraje de enfrentar problemas que antes se habían evitado.
Peña aclaró: “Nosotros no tenemos un proyecto de ley. Nosotros no tenemos las modificaciones, lo que queremos es visibilizar una realidad, una realidad que hoy está precarizando el empleo de miles de paraguayos y lo que queremos es proteger el empleo”. Insistió en que el objetivo no es la flexibilización ni la precarización, sino garantizar que aquellos que tienen acceso al trabajo no lo pierdan.
El presidente resaltó la importancia de un enfoque participativo: “Esto no es algo que podamos resolver nosotros solos desde el gobierno. Hay mucho que los sindicatos y las centrales de trabajadores tienen que aportar”. Hizo hincapié en la necesidad de un diálogo que involucre no solo al gobierno, sino también a expertos en derecho laboral, jueces y el sector privado, que genera gran parte del empleo en el país.
“No queremos darle la espalda a los problemas, y esto abre un camino muy largo que va a requerir mucho diálogo”, indicó. Peña señaló que la intención es abrir una mesa de diálogo sobre este tema sin prisa y con la colaboración de todos los sectores implicados.
En cuanto a los objetivos del gobierno en términos de empleo, Peña expresó su preocupación por la situación actual, ya que solo el 15% de los trabajadores logra estabilidad laboral bajo el marco vigente. Añadió que el Código Laboral paraguayo, vigente desde la década de 1960, necesita una revisión que se adapte a los tiempos actuales y que contribuya a la consolidación del empleo y a que los trabajadores puedan jubilarse y retirar sus aportes.
“Esto no es algo que se va a solucionar con una sola medida; hay muchos elementos que debemos considerar”, afirmó. La intención es iniciar una conversación que permita mejorar la calidad del empleo y los ingresos de los trabajadores, contribuyendo así a la creación de los 500.000 puestos de trabajo que se ha propuesto el gobierno.
