A dos semanas de las elecciones, Kamala Harris busca atraer a republicanos moderados, mientras Donald Trump apela a los indecisos en zonas afectadas por el huracán Helene. Ambos candidatos siguen empatados en los principales estados clave.
Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, Kamala Harris y Donald Trump han intensificado sus esfuerzos para ganar ventaja en los estados clave, donde las encuestas los muestran empatados. Harris se concentró este lunes en cortejar a los republicanos moderados del “cinturón de óxido”, mientras Trump visitó Carolina del Norte, una zona golpeada por el huracán Helene, con el objetivo de persuadir a los votantes indecisos.
Los últimos sondeos del New York Times y el Washington Post revelan que ambos candidatos tienen un 47% de intención de voto en los siete estados decisivos: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia. Harris, acompañada por Liz Cheney, excongresista republicana y crítica de Trump, recorrió Pensilvania y Wisconsin. Cheney instó a los votantes a «votar en conciencia», señalando que esta elección «no se trata de partidos, sino de principios». Harris, por su parte, advirtió sobre los peligros de un segundo mandato de Trump, subrayando que “las palabras tienen consecuencias” y que su enfoque aislacionista debilitaría la seguridad global.
Mientras tanto, Trump apeló a los afectados por el huracán en Carolina del Norte y reiteró teorías conspirativas, acusando al gobierno de Biden de usar fondos de emergencia para apoyar la migración ilegal. En su discurso, Trump mantuvo una retórica antimigrante, a pesar de que las estadísticas muestran que la delincuencia en Estados Unidos ha disminuido y los crímenes cometidos por migrantes representan una proporción muy baja.
Ambos candidatos están centrados en ganar el favor de los votantes en estos estados clave, donde cada voto será crucial para definir el resultado de una de las elecciones más reñidas en la historia reciente de Estados Unidos.
