El aumento de la temperatura global, el nivel del mar y la pérdida de glaciares, entre otros factores, llevaron a la Organización Meteorológica Mundial a advertir sobre los graves riesgos del cambio climático en la COP29.
El año 2024 está en camino de convertirse en el más cálido jamás registrado, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que emitió una alerta roja por el acelerado cambio climático. Durante la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada en Bakú, Azerbaiyán, la OMM destacó seis situaciones climáticas críticas que afectan al planeta, desde el aumento de las temperaturas globales hasta la rápida pérdida de glaciares.
Entre junio de 2023 y septiembre de 2024, la temperatura media global superó las cifras históricas de forma consecutiva, con niveles significativamente más altos. Según el informe presentado, la temperatura media global entre enero y septiembre de 2024 superó en 1,54 °C los niveles preindustriales, acercándose al límite establecido por el Acuerdo de París.
El incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo alarmante, con concentraciones récord de dióxido de carbono, que alcanzaron las 420 ppm en 2023, un aumento del 51 % desde la era preindustrial. Esta acumulación de gases, responsable del calentamiento global, está agravando las olas de calor, lluvias torrenciales y otros fenómenos climáticos extremos.
Además, el nivel del mar continúa aumentando a un ritmo acelerado, con un promedio anual de 4,77 mm entre 2014 y 2023. Este fenómeno no solo amenaza a las comunidades costeras, sino que también está vinculado al deshielo masivo de glaciares. En 2023, los glaciares perdieron 1,2 metros de equivalente en agua, el mayor retroceso desde 1953, afectando especialmente a América del Norte y Europa.
En su intervención en la COP29, la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, subrayó que aunque las variaciones de temperatura pueden ser temporales debido a fenómenos como El Niño, cada aumento implica consecuencias graves. Saulo destacó la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar los efectos del cambio climático.
El impacto de estos eventos no solo afecta a las personas, sino también a las economías, con daños en infraestructuras y pérdidas en el sector agrícola, como advirtió el Secretario General de la ONU, António Guterres. Este escenario, agravado por la inacción global, pone en riesgo la consecución de las metas del Acuerdo de París y requiere de miles de millones de dólares para que los países puedan reducir sus emisiones y proteger a sus poblaciones.
Investigadoras como Inés Camilloni y María Soledad Funes Argüello coinciden en que reducir las emisiones es clave, pero destacan que los mayores emisores, como Estados Unidos y China, deben asumir un rol más activo para que el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C sea alcanzable. Según Camilloni, sin reducciones rápidas y fuertes, este límite será cada vez más inalcanzable.
La COP29 es vista como una oportunidad crucial para romper la brecha entre la retórica y la acción, especialmente en lo que respecta a la creación de tecnologías limpias y estrategias de adaptación climática.