El ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez, recibe el respaldo de congresistas estadounidenses y del presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en su candidatura para asumir la Secretaría General de la OEA.
La candidatura de Rubén Ramírez Lezcano, canciller de Paraguay, para ocupar el cargo de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) llega con fuerza a la asamblea extraordinaria de elección que se celebrará el próximo 10 de marzo en Washington, DC. Su postulación ha sido apoyada recientemente por figuras clave, entre ellas el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y varios congresistas estadounidenses del Partido Republicano.
El mandatario panameño, durante una comparecencia ante la prensa, manifestó su respaldo al candidato paraguayo, afirmando que el voto de Panamá está comprometido con Paraguay en esta elección. Mulino además adelantó que mantendrá una reunión bilateral con su homólogo paraguayo, Santiago Peña, en los próximos días, donde uno de los temas a tratar será la situación en la OEA.
Por su parte, desde Estados Unidos, el senador de Florida Rick Scott expresó su apoyo a Ramírez Lezcano, calificándolo como el líder que el hemisferio necesita. A través de sus redes sociales, Scott destacó que el canciller paraguayo es un “defensor abierto de la democracia, la seguridad interamericana y las relaciones sólidas con Taiwán e Israel”. Asimismo, el congresista Carlos A. Giménez señaló que Ramírez Lezcano sería un “dinámico Secretario General” y subrayó la necesidad de un liderazgo comprometido con la libertad, la democracia y los derechos humanos en la región.
La asamblea extraordinaria para elegir al nuevo secretario general de la OEA se llevará a cabo el 10 de marzo, y Ramírez Lezcano se enfrenta a la candidatura del actual ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Ramdin. Durante la presentación de su candidatura ante el Consejo Permanente de la OEA, el canciller paraguayo abogó por una gestión basada en el diálogo y el consenso, señalando que es necesario recuperar la credibilidad y relevancia del organismo hemisférico.
Esta elección será crucial para definir el futuro liderazgo de la OEA en el período 2025-2030, en un momento en que la organización enfrenta desafíos importantes en la región.