El viceministro de Minas y Energías, Mauricio Bejarano, aseguró que el proyecto del gasoducto que unirá Argentina y Brasil atravesando el Chaco paraguayo avanza con amplio respaldo regional y representa una solución estratégica a la creciente demanda energética nacional.
El viceministro de Minas y Energías, Mauricio Bejarano, anunció que el proyecto del gasoducto regional impulsado por Paraguay, que conectará los yacimientos de gas de Vaca Muerta (Argentina) con el estado de Matto Grosso (Brasil), pasando por el Chaco paraguayo, podría estar operativo en el año 2030. El anuncio fue realizado durante una entrevista radial, donde destacó el alto nivel de receptividad que ha tenido la iniciativa entre los países involucrados.
Según Bejarano, la firma de memorandos de entendimiento con Argentina y Brasil está próxima a concretarse, lo que permitirá conformar equipos técnicos trinacionales y avanzar con los estudios de factibilidad. “Tenemos muy buena recepción y creemos que esto va a ser una realidad en muy breve tiempo”, afirmó el viceministro.
El proyecto, que busca diversificar la matriz energética nacional, coincide con los trazados estudiados por la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe), que financió un estudio de integración gasífera en el Mercosur y Chile. Paraguay ya cuenta con una prefactibilidad técnica elaborada para el gasoducto, lo que le da una ventaja en el avance del proyecto.
Bejarano explicó que la necesidad del ducto se volvió más urgente tras el incremento del 20% en la demanda eléctrica nacional registrado el año pasado. El objetivo es utilizar el gas transportado para generar energía firme a través de un ciclo combinado en el Chaco central, capaz de abastecer tanto a consumidores residenciales como industriales, y a nuevos proyectos de gran escala.
Además del tránsito internacional de gas, Paraguay apunta a incentivar la exploración nacional de este recurso para su eventual exportación. “Queremos llegar a tiempo para sostener la demanda creciente y mantener el atractivo energético del país para las inversiones”, concluyó Bejarano.
El calendario oficial estima un plazo de entre tres y cuatro años para su construcción una vez iniciada, proyectando su entrada en operación para el año 2030.
