El ministro del Interior, Enrique Riera, ratificó su postura contraria a modificar la legislación penal juvenil tras una consulta del diputado Rubén Rubin. Afirmó que la respuesta a la violencia no debe centrarse en el castigo, sino en la responsabilidad del Estado en brindar oportunidades a los jóvenes.
El ministro del Interior, Enrique Riera, expresó su oposición a reducir la edad de imputabilidad penal y a endurecer las penas para adolescentes en conflicto con la ley. En declaraciones a Radio Monumental 1080 AM, confirmó que fue consultado por el diputado Rubén Rubin sobre la factibilidad de estas propuestas y le manifestó su desacuerdo.
“La razón puede ser válida, que el crimen organizado utiliza a los niños por el tema de la imputabilidad, pero le dije que si bajamos la edad, usarán niños de 9, 10 u 11 años, como ocurre en las favelas de Brasil. Eso no va a funcionar”, explicó Riera.
Rubin impulsa actualmente un proyecto de reforma para que adolescentes de 14 a 17 años puedan ser juzgados como adultos en casos de homicidio. También planteó la posibilidad de introducir la cadena perpetua, algo que Riera consideró problemático desde el punto de vista constitucional.
El ministro sostuvo que el castigo no debe ser la única respuesta ante hechos de violencia protagonizados por menores. “Tenemos que interpelarnos como sociedad sobre qué está pasando con nuestra juventud. Qué errores ha cometido el Estado al no brindarles herramientas para resolver sus conflictos de otra manera”, enfatizó.
Consultado sobre el caso de María Fernanda Benítez, la joven de 17 años asesinada presuntamente por su pareja, también menor de edad, Riera lamentó que el Estado llegue siempre tarde. “Cuando los círculos íntimos ya conocen la situación, deja de ser un tema privado. Ahí ya hemos fallado como sociedad”, reflexionó.
En el marco legal vigente, el presunto autor del crimen se expone a una pena máxima de ocho años, conforme a lo establecido por la legislación nacional y los tratados internacionales sobre derechos del niño ratificados por Paraguay.