En el Cuartel de la Victoria, el presidente Santiago Peña encabezó el acto por los 90 años de la Paz del Chaco, destacando el heroísmo de los combatientes y el valor de preservar el legado de reconciliación entre Paraguay y Bolivia.
En conmemoración del 90 aniversario de la firma de la Paz del Chaco, el presidente de la República, Santiago Peña, encabezó este jueves un emotivo acto en el Cuartel de la Victoria, en San Lorenzo, donde recordó con gratitud y respeto el sacrificio de los soldados paraguayos durante la contienda con Bolivia.
“El Cuartel de la Victoria es un templo sagrado del heroísmo”, expresó Peña, al tiempo de rendir homenaje a los excombatientes de la Guerra del Chaco. Subrayó que la fecha no celebra la guerra, sino el fin del enfrentamiento, la paz alcanzada el 12 de junio de 1935, tras más de tres años de combates en condiciones extremas que costaron la vida de unas 100.000 personas.
“Lo que queremos recordar hoy es el compromiso de los pueblos hermanos por dejar atrás el enfrentamiento y tender puentes hacia el porvenir”, afirmó el mandatario. En su mensaje, destacó que ahora corresponde a los paraguayos ser “herederos éticos” de esa paz, cuidando el legado de quienes lucharon con valor y amor a la patria.
El presidente también instó a transmitir a las nuevas generaciones el verdadero sentido del patriotismo: no como odio al otro, sino como firme defensa de lo justo y lo propio. “Rindo homenaje a los beneméritos de la Guerra del Chaco, a sus familias y a quienes los cuidaron. La paz alcanzada debe convertirse en un compromiso permanente en la memoria de nuestro pueblo”, sostuvo.
Peña cerró su discurso abogando por un Paraguay más justo, solidario y unido, inspirado en el ejemplo de aquellos que, con sacrificio, defendieron la soberanía nacional.