La ministra de la Niñez y la Adolescencia dijo que la verdaderamente interpelada era la sociedad, por su indiferencia hacia la aguda problemática del sector. Hasta alguno de sus cuestionadores le pidieron disculpas por la bochornosa sesión de la Cámara Baja.
Pretendían desacreditarla políticamente en nombre de “la familia y el respeto a la niñez” -aunque en realidad era un ataque del cartismo “per saltum” para atacar al propio presidente Mario Abdo Benítez-, pero Teresa Martínez no se dejó amilanar, y en la interpelación que le realizaron este martes, la ministra de la Niñez y la Adolescencia agobió con argumentos técnicos hasta la extenuación a los diputados que la cuestionaban.
Quedó en evidencia que la gran mayoría tocaba el tema “de oído”. Es más, a quienes la satanizaron por hablar de “ideología de género” les demostró que el término “género” ya había sido introducido en documentos oficiales durante el gobierno del mismísimo Horacio Cartes, devenido en gran cruzado de “la vida y la familia”.
Comenzó manifestando que la verdadera interpelada no era ella, sino la sociedad, por el lamentable estado de la niñez vulnerable del Paraguay: 3000 abusos infantiles por año, 40 mil niñas en situación de criadazgo, alta deserción escolar (niñas), 9 de cada 10 víctimas de trata estuvo en criadazgo infantil, 75% de familias son Madres Solteras. Esa es una realidad, dijo, de la que casi nadie quiere hablar.
Es más, acusó a la misma sociedad de indiferencia o desprecio hacia el tema. “Todo el mundo quiere que saque a los niños de la calle –dijo-, pero nadie los quiere al lado. Tuvimos que mudar un refugio de Asunción a Luque porque los vecinos no los querían”.
El espectáculo fue tan bochornoso que hasta un propio diputado cartista le pidió disculpas por el mal trago. “La ministra fue muy generosa con la clase magistral que nos dio; por los pocos caballeros que quedan en sala, quiero pedirle disculpas, ministra”, declaró un avergonzado Hugo Ramírez.
La ciudadanía la aplaudió en las redes sociales. Quedó al descubierto el vil intento de ciertos sectores que buscan cualquier motivo para buscar desacreditar al gobierno de Mario Abdo Benítez, sin importar el uso de la mentira, la difamación y el odio.