En un claro mensaje a sus colaboradores, Marito ratificó que se mantendrá alejado del electoralismo de los próximos años. Es el primer presidente de la democracia que buscará centrarse en la gestión gubernamental, sin intervenir en disputas partidarias ajenas al interés ciudadano.
Los próximos dos años estarán marcados por un extenso calendario electoral, desde elecciones municiaples hasta internas presidenciales, además de la junta de gobierno de la ANR y todos los demás cargos a disputarse para el 2023: concejalías departamentales, gobernaciones, diputaciones y senadurías.
Durante su visita al departamento de Guairá, el presidente de la República reiteró que se enfocará en los problemas reales de nuestro país y que no se meterá en el «itinerario electoral». Un mensaje contundente no solo a la sociedad en su conjunto, sino sobre todo a sus colaboradores que tienen directivas claras de no meterse en las contiendas electorales futuras.
«Por eso, nosotros queremos alejarnos lo más posible del proceso electoral y pedimos eso, que todos hagamos ese renunciamiento hacia el itinerario electoral, y que no se convierta este año solo en un año electoral que divida al electoralismo y a la clase política, que necesita estar unida», afirmó Abdo Benítez según recoge el diario Última Hora.
Alejado de los entretelones de la cuestión partidaria, el titular del ejecutivo priorizará las obras que su gobierno viene realizando. En dos años de gestión ya se superaron ampliamente a todos los gobiernos anteriores en rutas pavimentadas, nuevos hospitales, centros educativos y otros avances en infraestructura.
La decisión de Marito no tiene precedentes en el periodo democrático, constituye una ruptura con la tradición política y cumple con una histórica demanda de la sociedad civil, formadores de opinión y medios de prensa. Desde estos sectores siempre se pidió que el presidente de la República no intervenga en procesos electores y se dedique con exclusividad a la gestión gubernamental.
