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sábado, noviembre 23, 2024

El paquete devuelto a la señora Charms

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Paranaländer recuerda la obra del poeta ruso Daniil Charms (1905-1942) y repasa su biografía. Considerado un precursor del absurdo, su poesía se caracteriza por sus invenciones lingüísticas y por el uso del registro irónico. Sólo publicó dos textos en vida, pues fue considerado un enemigo del régimen soviético y encarcelado hasta su muerte. Póstumamente, su obra se tradujo a más de 7 idiomas.

Por: Paranaländer

 

“Charms decía que su número de teléfono,

treinta y dos cero ocho, era muy fácil de recordar.

Treinta y dos dientes y ocho dedos, decía”.

Sergej Dovlatov

 

Hojeando dos recientes libros recopilatorios (2014 y 2003) de la obra de Daniil Charms (poesía, relatos y obras de teatro en la línea de la literatura del absurdo, además de literatura juvenil), nos familiarizamos con la vida y tragedias de este singular autor ruso.

Daniil Charms, seudónimo de Daniil Ivanovič Juvačëv, nació en San Petersburgo el 30 de diciembre de 1905. Poeta precoz, Charms estudió en la Petrischule de Tsarskoye Selo – donde conoció historias de detectives protagonizadas por Sherlock Holmes -, y más tarde en el instituto de ingeniería eléctrica de su ciudad natal, ahora Leningrado, del que fue expulsado por su desgano a participar en las actividades sociales de la escuela.

Influenciado por Aleksandr Tufanov y sus experimentos con Zaum, el lenguaje transmental, en 1928 fundó junto con el poeta Aleksandr Vvedenskij el grupo OBERIU («Unión del arte real»), último recurso de las vanguardias históricas en Rusia, que rechazó la estética del siglo XIX y reivindicó la necesidad, por parte del arte, de desquiciar el sistema de géneros y atacar las expectativas de lectores y espectadores. Del mismo año es la obra “Elizaveta Bam”, que anticipa temas y atmósferas del teatro de Ionesco y Beckett.

Encarcelado en 1931, acusado de producir literatura antisoviética, pero liberado unos meses más tarde, en la década de 1930 Charms se entregó con creciente dedicación a la prosa, concentrándose también en un largo relato, «La vieja» (1939), que dejaría inconcluso. Detenido por segunda vez en 1941 por el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos y encarcelado en el hospital psiquiátrico de detención de Leningrado, murió de hambre allí en febrero de 1942, durante el asedio nazi de la ciudad.

Prohibidos durante mucho tiempo, los escritos de Charms circularon clandestinamente hasta la rehabilitación póstuma en 1956, año a partir del cual pudieron ser reeditados y obtener, en Rusia y en el extranjero, el éxito que merecen. Daniil Charms, se ha convertido, desde la década de 1970, en uno de los escritores rusos para adultos más leídos y publicados. Su fama se debe a un amigo, Jakov Druskin, quien durante el asedio de Leningrado salvó la maleta que contenía los manuscritos de su amigo de los escombros de la casa de Charms bombardeada.

A fines de la década de 1990, un crítico literario ruso llamado Glocer localizó a la (segunda) esposa de Charms en Venezuela, la entrevistó y descubrió que Charms había muerto, probablemente de hambre, en un hospital psiquiátrico de Leningrado, donde había sido enviado porque una persona, en 1941, en la inminencia del sitio alemán de Leningrado, había testificado que Charms había dicho que, según él, los alemanes ganarían la guerra, Luego lo habían arrestado. Le habían interrogado, le habían preguntado si era cierto que había dicho que la guerra la ganarían los alemanes, Charms lo había negado, luego pensaron que estaba esquizofrénico y lo enviaron al hospital psiquiátrico, donde su esposa iba a verlo con algunos paquetes, y una vez, febrero de 1942, le pasó el paquete a su esposo por la mirilla, al cabo de un rato ‘la mirilla se había vuelto a abrir y le habían devuelto el paquete’. Después no recordaba nada, decía la viuda afincada en Venezuela, Marina Malich, la segunda esposa de Charms quien luego escribió “Mi vida con Daniil Charms” (memorias), solo una cosa, que le gustaban muchos las mujeres.

Daniil Charms en toda su vida, de las obras que le habrían dado notoriedad, su prosa para adultos, no ha publicado ni una sola línea. Solo cuentos y poemas para niños, él que no soportaba a los niños. Durante años nadie sabía exactamente dónde había terminado Daniil Charms. Se había corrido la voz (la canción de un cantautor ruso de los 60’s) de que había salido de la casa en el verano del cuarenta y uno diciendo que iba a comprar cigarrillos y que nunca había regresado.

El primer texto de Charms que nos ha llegado se remonta a 1922. Sažin dice que desde el punto de vista del contenido artístico no es un texto muy considerable, sin embargo, es importante porque ya está firmado bajo el seudónimo de Daniil Charms.

Su resumen es así: Es julio, hace calor, Kolya y Jaša van a un campamento. Se encuentran con un cerdo. «Mira ese cerdo que viene al campo», le dice Kolya a Jaša. «Parece más gordo que nuestro padre», le dice a Kolya Jaša. «¿Qué estás diciendo, Jaša”, le dice Kolya a Jaša? «Nunca he visto cerdos como nuestro padre».

Charms es el seudónimo que más utilizará Daniil Ivanovič, al que estaba tan apegado que lo añadió con bolígrafo a su pasaporte. Se han formulado varias hipótesis sobre su significado. Alisa Poret, una pintora que fue alumna de Filonov a quien Charms frecuentó mucho durante los años treinta, dijo que Charms le había dicho que el nombre deriva del inglés harm, infelicidad (de hecho significa daño, ofensa), pero que era suficiente cambiar la inicial para transformarla en charm, felicidad (de hecho significa atractivo, encanto, belleza, hechizo, magia, fórmula mágica, conjuro, amuleto, amuleto de la buena suerte). Todo depende de la inicial, dijo Charms a Poret. Más tarde Charms también utilizará otros seudónimos: Garms, Čarms, Chorms, Baš, Šarm, Šardam, Garmonius, Šusterling, Dandan, Smuško, Toporyškin…

2003

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