El «egresado apócrifo» de Harvard degradó el status de las mujeres, utilizándolas como metáfora de debilidad y traición. No sólo hizo una muestra de machismo explícito, sino de ignorancia supina de la historia de su propio país, donde las mujeres fueron reconstructoras de una nación devastada por la guerra.
Ya hace tiempo que no sorprende ver a Benjamín Fernández Bogado involucrado en algún papelón. El público está curado de espantos desde el momento en que se enteró que su supuesto diploma de Harvard -su ‘alma mater’- no era sino un certificado de asistencia a cursos extracurriculares.
Sin embargo, ahora su patetismo queda en segundo plano frente a la indignación que generaron sus declaraciones machistas del pasado sábado, realizadas en su cuenta personal de Twitter.
Fernández Bogado quiso hacerse del «ácido» e irónico y criticó la actitud del presidente Mario Abdo Benítez ante las manifestaciones de este fin de semana. Lamentablemente, su comentario solo reprodujo prejuicios machistas y degradantes hacia las mujeres.
«Mario Abdo es como una doncella en problemas que siempre busca un caballero que la rescate. Una vez conseguido su propósito vuelve a ser veleidosa, traicionera e inmadura», sostuvo Benjamín en un tweet que no le dio vergüenza publicar.
Haciendo gala de una pretendida superioridad intelectual, refiriéndose a cuentos de doncellas y caballeros «clásicos» típicos de la literatura medieval, en realidad Fernández Bogado solo reprodujo estereotipos machistas que no tienen más lugar en nuestros días: mujeres descriptas como débiles, necesitadas de ayuda, traicioneras e inmaduras.
En este sentido, según su prejuicio, los hombres serían todo lo contrario: verdaderos caballeros que salen al rescate en momentos de necesidad, valientes, corteses y honorables. Por supuesto, según Benjamín, el presidente Abdo no integraría este último colectivo sino que sus cualidades se asemejarían a las de una mujer, que para él son reprobables y dignas de ser tomadas con cautela por sus rasgos «veleidosos».
En una democracia como la nuestra, todos son libres de expresar su desconformidad con el poder político, para eso existe el derecho a la libertad de expresión. No obstante, este derecho no puede ser excusa para fomentar prejuicios en contra de la mujer y reproducir estereotipos sexistas en donde lo femenino es metáfora de la debilidad y la traición.
Por eso, su intervención en Twitter despertó la indignación generalizada de los usuarios de esta red social. Sus declaraciones misóginas no solo van en contramano del lugar que las mujeres lograron conseguir a fuerza de luchas antimachistas en todo el mundo, sino también desencajan con la historia de nuestro país, que tras la devastación de la Guerra de la Triple Alianza y con una población diezmada de hombres, debió reconstruirse gracias a la sangre y sudor de las mujeres.
Así, Benjamín Fernández Bogado confirma que su paso por Harvard, una de las universidades más prestigiosas y progresistas del mundo, fue demasiado breve.
