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sábado, noviembre 23, 2024

El sábado comunista de Platonov

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Paranaländer escribe hoy acerca del escritor ruso Andrei Platonov y su obra Chevengur, que según algunos críticos es la novela rusa más importante del siglo XX. A pesar de haber muerto a los 52 años, Platonov dejó varios libros escritos.

 

Por: Paranaländer 

Cuando leyó la sátira de Andrei Platonov sobre el «alto mando» de la colectivización,
‘Para uso Futuro’, se dice que Stalin escribió: «¡Hijo de puta!» en el manuscrito,
y que comentó con Fadeiev: «Que le den un cinturón “para su uso en el futuro”»

 

La revolución rusa no solo abolió el zarismo y el feudalismo zarista, sino sobre todo la lengua de Lermontov, el ruso de Gogol, el ruso de Leskov, el ruso de Goncharov, el ruso de Dostoievski, de Turgueniev, de Tolstoi. Ese visceral y minucioso trabajo de demolición de una lengua de oro, decimonónica, por el leninismo, el estalinismo, el diamat, el comunismo soviético, la jerga ideológica fue el paisaje en ruinas de donde Andrei Platonov reinventó el ruso, el sentido de su literatura es la reinvención de la lengua rusa moderna tras la tempestad comunista. Imaginemos -salvando las obvias distancias- que un paraguayo quiera escribir dentro de veinte años: tendrá que reconstruir su lengua -yoparaizada o no- a partir de los destrozos de la cultura de la cancelación y lo políticamente correcto, de las fórmulas anodinas de “los niños y las niñas”, “lxs putxs”, etc.

Chevengur (escrita según algunos críticos en 1928-1929, fechada por la editorial moscovita Sovremiénnik en 1927 y publicada en 1988- es la más importante novela rusa del siglo XX). Su autor, Andrei Platonov (1899-1952), era un hijo de ferroviario, autor de obras criticadas metódicamente a partir de 1929, corresponsal durante la II Guerra Mundial, enfermo de tuberculosis desde 1944, barrendero y tramoyista en sus últimos años de vida, rescatado a partir del fin de la agonía de la URSS, a o largo de veinte años siguió corrigiendo, aunque con interrupciones, Chevengur, pero no llegó a redactar las pruebas finales. La paradoja platonoviana: la dificultad de expresión aporta claridad al sentido, porque esa dificultad lleva consigo un elemento de contenido muy concreto, casi físico. Las incorrecciones, digresiones y tautologías son parte consubstancial de la estructura de Chevengur. La palabra Chevengur significa probablemente tumba de lapti, esto es alpargatas de campesinos Viene de cheva (resto de lapot, lapot muy gastado) y gur (tumba, fosa, cripta).

Platonov murió antes de cumplir 52, proscrito como escritor, sin embargo, dejó al morir muchísimos libros como La excavación, La patria de la electricidad, Makar el dudoso, La fundación Pit, Dzhan, Feliz Moscú.

Chevengur es una comuna comunista a la maniera de Platonov.

Siguen algunos subrayados que he hecho en mi ejemplar de Ediciones Cátedra, 1996:

“no le interesan ni la gente ni la naturaleza: solo lo producido”.

“Se había quedado asombrado al nacer y así había seguido hasta la vejez”.

“Era incapaz de superar la idea de que el hombre procedía del gusano”.

“su madre regaba al padre con leche de sus pechos para hacerle resucitar”.

Esgrimía en muchas páginas una erótica de las máquinas: “Opinaba que las personas eran muchas, y las máquinas, pocas”. “Las máquinas eran seres delicados, indefensos y quebradizos”.

“Se alegraba de que fuera a haber hambruna porque todos los hombres bien parecidos se irían en busca de jornal, y muchos de ellos morirían, con lo que sus mujeres quedarían libres y a su disposición”.

“Dejar que las máquinas fueran libres en el mundo”.

“Lo que predominaba era una silenciosa e indiferente melodía”.

“Percibía el tiempo como movimiento de la desgracia”.

“La revolución es menos costosa que la guerra”.

“Vodka, bebida inútil para los sentimientos”.

“Una resolución según la cual todo acabó en nuestro país en el año diecinueve”.

“¡Aquí todo el mundo tiene que leer por fuerza a Carlos Marx?”.

“solo el sol, que había sido nombrado en Chevengur proletario universal, trabajaba para todos y cada uno”.

“Prokofi le había dado al trabajo una interpretación especial según el cual era declarado de una vez por todas secuela de la avidez y lascivia bestial opresora, porque el trabajo contribuía a generar bienes y los bienes oprimían”.

 

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