Derian Passaglia escribe sobre la película dirigida por Alfonso Cuarón, Niños del hombre (2006), y reflexiona acerca del parecido de la sociedad retratada en el filme con la sociedad que emerge en la pandemia.
Por: Derian Passaglia.
Niños del hombre (2006) es una película dirigida por Alfonso Cuarón, director de películas como Gravedad (2013) o Roma (2018), protagonizada por Clive Owen y Julianne Moore, y basada en una novela distópica de la inglesa P. D. James. Los ingleses son bárbaros escribiendo policiales y distopías.
La película tiene una actualidad impresionante. Se trata de un mundo probable en el año 2027 donde la especie humana perdió la capacidad de procrear y no se sabe por qué todas las mujeres del mundo son estériles. El relato empieza cuando el chico más joven del mundo, que tiene 18 años y vive en Buenos Aires, es asesinado por activistas, fanáticos o terroristas. No está claro, igual no importa, es el Tercer Mundo: cualquier cosa podría pasar.
La sociedad de Niños del hombre se parece mucho a la que emerge con la pandemia: personas aisladas, presencia de policías y militares en las calles, zonas liberadas y destruidas, un gran caudal de pobres que tiene hambre y sed de destruirlo todo. También hay muchos grupos secretos, de resistencia, que tienen sus propios ideales y se enfrentan a los militares. Parecen ser parte de la inmigración que el gobierno aísla en campos de concentración. En fin, la cosa se fue de las manos en la Tierra y hay gente que, a su vez, vive como si nada.
Clive Owen en un momento llega a casa de un coleccionista de arte que lo puede ayudar. El tipo había rescatado grandes obras de la humanidad de los museos antes de que fueran destruidos, como el David o el Guernica de Picasso.
-¿Cómo podés seguir viviendo como si no pasara nada? -pregunta Clive Owen.
-Simplemente no pienso en eso -dice el coleccionista de arte.
A Clive Owen llega una chica de 18 años, casi una adolescente, que está embarazada y tiene que huir de los militares, que quieren por alguna razón reprimir a todos los pobres de la resistencia. En una escena emotiva, Clive Owen oficia de partero: le dice a la chica que puje y respire hondo, y el bebé que nace parece muerto, pero no, está vivo. Es un milagro: ¡el humano más joven del mundo!
La otra escena que me hizo pensar en la pandemia es una aislada, en la que van en un auto por la ruta buscando escapar con la chica embarazada, Clive Owen y una bióloga, Julianne Moore, que también quiere ayudar a la chica embarazada. Sabe que si el gobierno se entera de que nació una bebé se lo va a sacar para investigarlo en un programa secreto llamado algo así como Proyecto Humano. En la radio que escuchan en el auto, el conductor dice:
-Y ahora, un recuerdo de una canción del 2003, cuando nadie pensaba que estaban viviendo el comienzo del fin del mundo.