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domingo, noviembre 24, 2024

Instituto Gamaleya (Rusia) afirma que 2da dosis de Sputnik V puede aplicarse hasta 3 meses después de la primera

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Contrariamente a lo que supuestos especialistas en Paraguay intentan instalar, los creadores de la vacuna rusa informan que el intervalo entre las dos aplicaciones puede alcanzar a 12 semanas, siendo incluso deseable dicho lapso, puesto que es probable que la inmunidad del inoculante se amplíe y se extienda.

Días atrás, Héctor Castro, director del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), informaba a la población de nuestro país -sobre todo a aquellos que están siendo inoculados con la primera dosis de la vacuna Sputnik V- que la segunda aplicación de este inoculante puede ser inyectada hasta 3 meses después.

Enseguida, operadores de la oposición haciéndose pasar por especialistas salieron a instalar el miedo afirmando, sin sostén científico, que lo que Castro decía era falso ya que, supuestamente, la segunda dosis de la vacuna rusa debía inexorablemente ser aplicada 21 días después de la primera.

La realidad es que Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya, el laboratorio creador y productor de la Sputnik V, aclaró ya hace 4 semanas que el intervalo entre las inyecciones puede alcanzar hasta 12 semanas:  «expandir el intervalo (originalmente de 21 días) no afecta la respuesta inmune e incluso puede ampliarla y extenderla en el tiempo». 

Las declaraciones del Dr. Gintsburg fueron difundidas en la cuenta oficial de Twitter de la vacuna Sputnik V.

La vacuna Sputnik V utiliza la tecnología de «vector viral», generando inmunidad alta por medio de la aplicación de dos adenovirus distintos. Esto significa que, a diferencia de lo que sucede con otras vacunas como la Oxford-AstraZeneca, los componentes de cada dosis no son iguales. Fue la primera vacuna anticovid-19 en ser registrada en todo el mundo.

Con una sola aplicación de la Sputnik V,  estudios publicados revelan que la eficacia llega al 73% luego de 18 días recibida la primera dosis. Este valor es muy alto y por eso muchos países eligen la estrategia de inocular masivamente con la primera aplicación, a fin de generar la tan ansiada inmunidad de rebaño. El propio director del Instituto Gamaleya indicó que esta es una muy buena decisión: «creemos que, dada la altísima demanda que existe por esta vacuna, esta decisión [de diferir hasta 3 meses el intervalo entre las dosis] puede acelerar significativamente la inmunización».

Queda claro, de esta manera, que aquellos y aquellas que reciban la primera dosis de la vacuna rusa pueden esperar 3 meses para ser inoculados con la segunda. Lo que falta determinar es por qué médicos, supuestamente prestigiosos, se prestan para actuar de operadores políticos, sembrando el miedo y el desánimo en nuestra población, la cual ya de por sí está muy golpeada sanitaria y económicamente por la tragedia de la pandemia que le toca atravesar al mundo hace más de un año.

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