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sábado, noviembre 23, 2024

Colonización sexual de Paraguay

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En esta entrega, Paranaländer presenta a sus lectores una reseña y algunos comentarios acerca del libro “La conquista amorosa en tiempos de Irala” (1995) de Marilyn Godoy.

Por: Paranaländer.

“Los que no trabajaban no comían, salvo viejos y enfermos”. Regla de oro que resume bellamente el élan vital o costado más “protestante” dentro del catolicismo que fue el jesuitismo, sobre todo en el Paraguay colonial. Esto fue pillado en la página 205 del libro “La conquista amorosa en tiempos de Irala” de Marilyn Godoy. Libro deudor de obras como “Crónica Florida del Mestizaje de las Indias” (Losada, 1960) y “Paraíso de Mahoma. Crónica del mestizaje de Río de la Plata” (Revista de la Universidad de Buenos Aires, V Época, Año II, N° 4) ambos de Alberto Salas. Aquí con un touch o barniz feminista como corresponde a una paraguaya doctora por la EHESS en los años 80. El libro tiene muchos pruritos metodológicos, porta una presentación, unas palabras preliminares y una introducción. Parece, prima facie, una banalización el título de “conquista amorosa”, alguno objetará que quizás sea más pertinente la nomenclatura de “colonización sexual”, que usa la autora para titular uno de los subcapítulos del libro, aunque también suena muy tremendo y parcialista, pues igual se puede hablar de “conquista bacteriológica”, por las muertes sufridas, los europeos por la malaria, los amerindios por tuberculosis, gripe y viruela. La sífilis, por cierto, no se menciona en el libro, aporte de uno de los bandos, que tuvo su aparición como mal francés por la época del descubrimiento (Eduardo Escobar lo apila entre las plagas aportadas por nuestro bello continente de nombre trucho). O hablar de “conquista lingüística”, esgrimiendo la lengua (guaraní) como arma poderosísima de la conquista también patentada por los jesuitas, esos castradores. Hay que decir que la señora Godoy la tiene clara en un punto: solo el guaraní (como cultura y lengua) ha tenido al mismo nivel que el español (casi) en cuanto impronta o historia efectiva (Heidegger) en la formación del Paraguay actual. Las otras etnias (maká, sanapana, etc.) que pueblan hasta hoy el Paraguay no pueden tener ese estatus histórico privilegiado. “El universo de los guaraníes, como ninguna otra cultura del actual territorio paraguayo, cobró importancia en la formación histórica de la sociedad paraguaya” (página 105).

Me ha despertado la idea de concebir más que escribir una Historia de la humanidad que no parta (cliché) de las luchas de clases ni del sexo sino del comer y beber.

Tienen momentos sobresalientes, cuando cita a La Casas que admira la capacidad de la mujer amerindia de parir y, enseguida, ¡poder ir a trabajar de vuelta sin transición! Y a Ulrico Schmidl: “las tupi-guaraní son las más bellas y maravillosas amantes”.

“Schmidl comenta que estas tribus llamadas carios ‘comen carne humana de los prisioneros’, si son mujeres jóvenes las dejan con vida, si son ancianas las dejan morir de vejez. Además tienen el curioso hábito de ‘vender a sus mujeres, de cambiarlas o trocarlas…y muchas veces regalarlas’. Cuando Ayolas atacó el poblado llamado Lambaré, los guaraníes ofrecieron a Ayolas seis venados además de seis mujeres, y otras tantas al resto de la soldadesca. También Ruiz Díaz de Guzmán comenta esta donación de mujeres como método de alianza guaraní”.

*Marilyn Godoy es sicóloga por la UCA. Diplomada por el Instituto Económico de Ciencias Sociales de París (Sorbona). Master en la EHESS (Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París VII). Doctorada por la EHESS. Ex becaria del gobierno francés y de la UNICEF. Ex funcionaria de la UNESCO. Ha escrito y publicado “La mujer rural paraguaya en las colectividades tribales, en la colonia y en las sociedades campesinas”, tesis de doctorado 1981), “Familia rural y productividad femenina (1982), “Pintadas por sí mismas (1986) y “Vasallas y campesinas (1987).

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