Se registraron 175 casos luego de más de un año con cifras muy bajas y de vuelta a una normalidad casi total. Cerraron cines, gimnasios, bares y bibliotecas y se redujo la cantidad de gente que puede reunirse.
La ciudad capital china de Beijing informó los primeros dos casos de coronavirus de transmisión local en casi seis meses, ambos vinculados a un alarmante rebrote de la muy contagiosa variante Delta del virus en una populosa urbe del este del país.
La Comisión Nacional de Salud china notificó este jueves 49 nuevos casos, entre ellos 24 infecciones de transmisión comunitaria en tres provincias más, con lo que ya son 175 los contagios asociados al rebrote en la oriental ciudad de Nanjing.
Aunque el recuento nacional está bastante por debajo del informado de 86 casos -el mayor desde enero-, la propagación del virus entre provincias disparó la alarma en el país luego de más de un año con cifras muy bajas y de vuelta a una normalidad casi total, según informa Télam.
Autoridades dijeron que los dos casos de Beijing corresponden a un hombre y su esposa que habían viajado recientemente a una ciudad de la provincia de Hunan a la que se ha asociado con el rebrote de Nanjing.
Los contactos estrechos de ambos contagiados fueron aislados, dijeron autoridades, informó la agencia de noticias estatal china Xinhua.
El coronavirus se detectó por primera vez a nivel mundial en la ciudad central china de Wuhan a fines de 2019.
Pese a ser el país cuna de la pandemia, China ha contenido su difusión con enorme éxito.
Desde marzo de 2020, el conteo oficial de casos y víctimas -que apenas superan las 3.600 en un país con 1.400 millones de habitantes- permanece en niveles muy bajos, y los rebrotes ocasionales son aplastados con estrictas medidas, incluyendo el aislamiento total de ciudades enteras y el testeo de todos sus habitantes.
La situación actual, sin embargo, constituye una amenaza mayor, porque la variante Delta ha sido identificada como la causa del rebrote en Nanjing, que es capital de la provincia de Jiangsu y un gran centro industrial, habitada por 9,3 millones de personas y con importantes conexiones de transporte con el resto del país.
También se presenta como una prueba de fuego para la eficacia del inmenso programa de vacunación de China, que ya aplicó más de 1.500 millones de dosis, a una escala y velocidad que no tiene paralelos en el mundo.
El rebrote de Nanjing se detectó la semana pasada entre más de una decena de trabajadores de limpieza del Aeropuerto Internacional de Nanjing Lukou, uno de lo de mayor actividad de China, por el que pasaron más de 30 millones de pasajeros en 2019, según cifras oficiales.
Autoridades lanzaron entonces una campaña de testeos para sus más de 9 millones de residentes el 21 de julio. Una segunda ronda de pruebas se completó el fin de semana y una tercera comenzó el miércoles.
Hasta ahora, ya hay al menos 175 casos conectados al rebrote en el aeropuerto, provocado por la variante Delta.
Pese a las medidas, al parecer el virus ya se propagó más allá de la provincia de Jiangsu.
Personas que volaron desde Nanjing a otras partes del país dieron positivo en coronavirus en varias provincias, como la sureña Guangdong, Sichuan, en el suroeste de China, y en la norteña Liaoning.
También hay preocupación por un posible foco secundario al de Nanjing vinculado a un show realizado recientemente en al parque nacional Zhangjiajie, en la provincia de Hunan, al que asistieron 3.000 espectadores el 22 de julio.
Los dos casos notificados en Beijing están entre los vinculados a ese show, y son los primeros en la ciudad en 179 días, dijeron autoridades.
Algunas partes de Nanjing están bajo riesgo «alto» de coronavirus y otras fueron subidas a riesgo «medio».
Cines, gimnasios, bares y bibliotecas fueron cerrados y se redujo la cantidad de gente que puede reunirse. Autoridades ordenaron a las farmacias que suspendan la venta de medicamentos para la fiebre y la tos que puedan enmascarar síntomas de Covid-19, informaron medios locales.