A los diferentes problemas internos que tiene la campaña de Nakayama, se le agrega la candidatura de Johanna Ortega que empieza a ganar atención en amplios sectores medios. Desde ahí, lanzan duras críticas al entorno del candidato del PLRA.
A medida que avanza la campaña electoral para las municipales de octubre, la candidatura a intendente de Eduardo Nakayama se debilita cada día más, al punto de la desesperación de su primer anillo.
Hace algunos días, sus propios aliados del Partido Patria Querida confirmaron que el efrainismo estaría buscando la derrota de Nakayama para perjudicar a Norman Harrison, quien aspira a convertirse en el nuevo líder del PLRA.
Nakayama no solo ha fracasado en unir a su propio partido. Desde el tercer espacio progresista lo desafían abiertamente, con la firme decisión de no bajar la candidatura de Johanna Ortega, una joven candidata que comienza a captar la atención de los jóvenes de clase media.
Días pasados, se sumó a los cuestionamientos al candidato del PLRA la ex concejala Lilian Soto. Reprochó duramente a Nakayama que el ex intendente Martín Burt sea su asesor, dado que la gestión de Burt quedó muy vinculada a diferentes hechos de corrupción e ineficiencia extremas.
Viví de 1ra. mano, comoconcejala, la inutilidad y los numerosos indicios de corrupción de Burt y su grupo 1996/2001. Lo denuncié, con concejales de su propio partido y de otros, públicamente y ante la Fiscalía. Nadie que lo tenga en su equipo es confiable para dirigir Asunción.
— Lilian Soto (@LilianSotoB) August 27, 2021
Con una intención de votos por el piso, escasos recursos económicos, con aliados peleados y una tercera propuesta electoral que avanza, el panorama se vuelve cada vez más sombrío para Nakayama.