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viernes, noviembre 22, 2024

Interviú a naKh ab Ra

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Paranaländer tiene el gustazo de entregar una breve interviú con su poeta de cabecera, naKh ab Ra, piedra lunar caída del cosmos generoso allá en el giro del 2000 sobre las testas porteña-sudamericanas.

 

Por: Paranaländer.

 

1.En tsé~tsé 7/8 (mayo del 2000), en el texto titulado Peralta Ramos (Invasión “X”), aún usabas tu nombre civil, Carlos Elliff, donde estás incorporado a un grupo de escritores alógenos, y en Ovnipersia (2001), ya tu nuevo avatar alien-egipcio-brujo es ná Kar Elliff-ce.

Tal cual. Fue sucediendo de a poco, con muy poca premeditación pero con varios hallazgos fortuitos, más el deseo de diverger / di-vertir de sí, que vuelve concurrente el azar, abriendo otras secuencias de individuaciones. En esto hay algo celebratorio ya que suceden nuevos nacimientos pero también está el acta de defunción: no habrá manera de ser hallado, seguido, fichado, nomás para saber qué estás escribiendo o cómo dar con “tu obra”. Es pasar de a poco a la fuerza anónima. Ya Carlos Pellicer escribió el poema “Todo será posible menos llamarse Carlos”, así como Michel Foucault planteó firmar con un nombre distinto cada uno de sus libros, cosa que no sucedió. De paso deslizo algo que nunca llegué a referir: la “ce” de Elliff-ce aparece por la elipse, claro, pero el “Kar” aparece desde la antigua Persia, donde “Kar es el pez –pero según ciertos textos hay diez– que gira alrededor de la planta Hom, resucitadora de los muertos, que crece en medio del lago Varkash. El cometido de este o estos peces es parlamentar con los sapos y demás demonios que merodean la planta”. Me parece raro no haberlo deslizado antes ya que está implícita la cuestión tan pajarística de parlamentar con sapos y demonios. Y así aparece ná Kar Elliff-ce firmando Ovnipersia, sin descartar el nácar resultante, más una esquirla de aquél Carlos también. De allí en más el pez Kar se convierte a la raza ventrílocua: “Y qué va del mí si en mí cualquiera habla” (verso de Ovnipersia).

2.Me ha sorprendido enterarme que ejerces la docencia en la UBA (te relaciono más con brujería, ovnis y Egipto).

A dos materias de concluir la carrera de Letras en la UBA decidí que ya había estado bien hasta ahí, hasta la línea gol: no quise convertir para ese equipo que no era el mío desde hacía rato. Entonces fui inventando y fui siendo inventado por otras tribus: tsé=tsé, nunca nunca quisiera irme a casa (dos revistas de poesía, con sus colectivos móviles), un poco después la Estación Orbital Alógena y el Frente Dionisíaco Pira, el Laboratorio Sintético Deleuziano, etc. A la vez es cierto que enseñé durante varios años en el centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la UBA, pero claro que a través de cursos como “El corazón de las tinieblas. Joseph Conrad, entre el cine y la literatura” o “Literatura y meteorología”, en el que a mitad de la primera clase dos docentes que asistían levantaron la mano preguntando: “¿Perdón, este curso es de Literatura y METODOLOGÏA?”.

3.Leyendo a naKh ab Ra, te debo preguntar por tu biblioteca personal, ¿qué libros has leído para llegar a configurar tu entidad tan idiosincrática y única en la escena porteña?

Suelo simplificar brutalmente esta referencia para dibujar la finta más a mano: Deleuze / Guattari en filosofía; Lezama Lima en literatura; Julian Cope por el rock; Maya Deren y el colectivo Mutation Parlour en la performance; Kenneth Anger y David Lynch en el cine (Maya Deren también por aquí); Leonora Carrington y Leonor Fini en pintura; Michael Bertiaux y Andrew Chumbley en magia. Se podrá barruntar que los escritores y artistas que brillan por su ausencia son legión e igualmente influyentes. Sin embargo, la cuestión, la punta de máquina, suele pasar entre libros, como lo que pasa entre Lezama Lima, Michael Bertiaux y Maya Deren, p.ej. a través del influjo que tuvo en los tres la gnosis mágica afro-antillana, incluso alejandrina….

4.Podrías actualizarnos tu bibliografía (que tengo fichado hasta “Nosotros los brujos del 2009, hace más de una década). ¿Qué estás escribiendo, qué pensás publicar próximamente?

Va una lista breve desde entonces:2008: “Boingo-Bong” [poesía], como naKh ab Ra, editorial tsé=tsé + “Breve Diccionario de brujería portátil” [ensayo], en el libro Nosotros, los brujos, AAVV, compilado por Juan Salzano, Santiago Arcos Editor. 2011: ZOOR-B, por Felicita Cartonera, a través de tu invitación.2012: “Informalescencias con ethos al barroco” [ensayo], en Poemas Completos de Néstor Perlongher, como Ana Khab Ra, Editorial La Flauta Mágica. 2013: Perfórmatas “X” Alógenos, AAVV, a cargo de la edición y de tres de los ensayos incluidos, por Allox Editorial + “Indios del Espíritu”, muestra de poetas del cono sur, Editorial La Flauta Mágica, antologada por Roberto Echavarren. 2015: “Los documentos de la Escuela Nocturna” [no-relato], como Señoras del Arcoiris; Hekht Libros. 2016: ZOOR [poesía], como naKhlah Khan, Allox Editorial & El Rayo Rosa + “El Desconocido Ondulante” [ensayo], en “The Enigmatic Absolute: Heresy, Gnosis and Speculation in Continental Philosophy of Religion”, Joshua Ramey y Matthew Harr Farris, London – New York. 2017: “¡Santas Incubaciones!” [seis no-relatos], como Khatarnak y Khabandar, Hekht Libros.  En el 2022 se editará “Universos-B. Grimorio 93-39. Diario de entrenamientos”, como naKh BáBnaKim, + “El desconocido ondulante”, como naKh ab Ra [ambos son libros de ensayos]. Se viene mucha prosa, si bien hay bastante poesía en preparación también… debe haber unos 5 o 6 libros en latencia que podrán salir en los próximos cuatro o cinco años.

  1. ¿A qué autores actuales (porteños o no) te sentís cercano, próximo?

De momento prefiero nombrarte sólo a uno, ya que lo otro sería detallarte una constelación igualmente admirada pero cada vez más incompleta a medida que se incluyen más autores. Yaxkin Melchy me interesa mucho, es un poeta mexicano que actualmente reside en Japón. Pueden encontrar material de sus libros online.

  1. ¿Cuál es la rutina prototípica de naKh ab Ra?

Andar en moto fuera de horarios laborales con proa al río. Dar clases presenciales y online, grabar / escribir frente a la ventana abierta, laboratorio alquímico en la madrugada y el alba, trámites y compras reducidas al mínimo gesto de karate, conversar y compartir en vivo y en diferido con quienes me poseen y poseo (ya lo decía Gabriel Tarde: “la sociedad es la posesión de todos por todos”, y por suerte no se refería al “tener / poseer” ni sólamente al ser humano),

  1. ¿Qué pensás del guarani y de Paraguay?

Pienso a Paraguay desde el guaraní, ya que todavía no pisé tierras paraguayas. Tuve al menos tres experiencias deslumbrantes con esa lengua: Wilson Bueno leyendo aquí en la Estación Alógena su Mar Paraguayo reeditado por La Flauta Mágica. Para esa lectura improvisó un preámbulo magistral sobre la lengua guaraní. Luego un vertiginoso paseo de dos horas en auto por la ciudad de San Pablo, cuyo conductor y amigo me señalaba el influjo, en plena megalópolis, de la lengua guaraní insertada en el cemento paulistano, presente en al menos una cuarta parte de los nombres de avenidas y calles. También en esa ocasión disfruté de una gran clase on the road sobre el guaraní y su influjo en el portugués. Luego, unos pintores de brocha gorda, tres hermanos nacidos en Paraguay, que se llamaban Orestes, Silvano y Dionisio, con quienes compartíamos algunas cervezas tras el trabajo, se mataban de risa dándome de probar el guaraní. Me queda la sensación de que esta lengua es un pajarístico per se. Paraguay, por lo tanto, podría ser su nido de avecillas

  1. Cucurto ha hermanado tu poética con el libro Galaxias de Haroldo de Campos (se podría añadir Folisofía de Murena), para mí, modestamente, tiene algo de indio, de defensa India del Rey (del ajedrez): nada para ella es desperdicio, nada es infecundo.

Estoy de acuerdo, como lector de mis libros, con esto que apuntás. Cuando los escribo (cuando los “digo”, ya que en su mayor parte surgen de improvisaciones orales) atravieso los hallazgos y trayectos sin medir consecuencias ni antecedencias, aunque influenciado. Creo que este factor indio que apuntás es el más tangible, de paso sacando mi poética del chiste de la gauchesca, caracterización espuria surgida del gag que llamé payada cosmológica, respecto a mi manera de operar en la oralidad improvisatoria. Pero ese aspecto indio, sin pretender ninguna identificación, me devuelve por ejemplo al tupí-guaraní y a Wilson Bueno, por un lado, y nos lleva al Catatau de Leminski, por el otro, y desde ya a Aguas Aéreas, de Perlongher: toda esa indiada entitógena de influjo enteogénico en la lengua, si chasca, si frota, si se inventa a sí misma al experimentarse.

 

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