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sábado, abril 19, 2025

Cuando la gente dormía dos veces durante la noche: una costumbre perdida

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Antes de la revolución industrial del siglo XVIII, era común que las personas no duerman de corrido, sino dos veces durante toda la noche. Más que una simple curiosidad anecdótica, es una prueba del carácter histórico de nuestras costumbres.

Como muchos de nuestros hábitos, el de dormir 8 horas continuas tiene una historia. Lejos de ser un efecto de la naturaleza fisiológica del ser humano, es producto de una costumbre que se remonta a los inicios del revolución industrial del siglo XVIII.

Previo a dicho acontecimiento bisagra, era corriente lo que determinados historiadores denominan “sueño bifásico”, es decir en dos tiempos.

En efecto, la gente acostumbraba a ir a la cama a las 8 de la noche, se levantaba a la medianoche en lo que constituía su «primer sueño». Luego de una una pausa de una hora aproximadamente, volvían a dormir, en lo que era conocido como «segundo sueño».

¿Qué se hacía en esa hora de de pausa? Diferentes archivos documentales -que nutren trabajos historiográficos sobre el tema- muestran que se hacía de todo un poco.

Se alimentaba a los animales, se efectuaban algunas tareas domésticas, se cuidaba a algún familiar enfermo. Sobre todo, se vigilaba si existía o no alguna amenaza para el hogar, como un probable intruso o una bestia peligrosa.

Para los más privilegiados, era corriente también meditar sobre el material onírico del primer sueño, fresco y reciente, todo esto con el fin de obtener un mayor conocimiento de sí.

Por otra parte, la recomendación médica sugería que a medianoche, entre el primer sueño y el segundo, el cuerpo alcanzaba su máxima potencialidad en materia de rendimiento sexual. El intermedio de los dos sueños cumplía así un rol procreativo vital, así como también era asociado a la lujuria y el desenfreno de la carne.

Roger Elkrich es el historiador comúnmente asociado al hallazgo del sueño en dos tiempos. Un resumen de sus tesis puede leerse en el siguiente artículo, publicado en Le Monde Diplomatique: https://www.lemondediplomatique.cl/2021/04/la-gran-transformacion-del-sueno.html

Alexis Magnaval, en un reciente artículo de France Culture, explica que la transformación y abandono de esta costumbre fue lenta e irregular, pero que a mediados del siglo XIX el sueño de corrido ya había desplazado al sueño en dos fases.

“Poco a poco, nos alejamos de los consejos de los médicos, que solían recomendar un sueño de dos segmentos. La llegada del ocio, al menos en un entorno urbano privilegiado, retrasó la hora de acostarse y alargó la primera siesta”. 

“La noche, momento de la delincuencia, se vuelve menos oscura a medida que la policía se profesionaliza. Ya no es necesario despertarse para evitar el riesgo de intrusión de los depredadores, un reflejo que se remonta a la prehistoria, según los antropólogos” profundiza el periodista francés.

Debe decirse que el sueño bifásico sigue existiendo en algunas comunidades rurales del mundo oriental. Asimismo, investigaciones han constatado que la ausencia de luz eléctrica incentiva que las personas adopten espontáneamente este régimen de descanso.

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