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viernes, noviembre 29, 2024

Demonios budistas sino-japoneses

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Paranaländer intenta absurdamente olvidar su dolor de muelas recurriendo a la vieja estratagema de causarse un gran susto con las tremebundas peripecias de tres demonios budistas (sino-japonesas).

 

ABATSUMARA o ahamara (traducido como «demonio cruel»), en sánscrito apasmara, en pali apamara; «hacer olvidar». Traducido como Samô, «hacer que la gente olvide». Demonio y «golpe de sangre, mareos». También enfermedad. Otros lo interpretan como mukeman, «sin guirnalda de flores», que asume una forma errónea de apamâla (en pali apamâra), pero lo traducen como «loco, locura». El verdadero significado de la palabra es «epilepsia»; apasmâra es tanto la enfermedad como el demonio que la causa.  Se le da a este demonio el color azul; otros le atribuyen la apariencia de una sombra (châyâ «sombra» a causa de apasmâra) y mencionan también una traducción como mugai «sin coraza», probablemente nacido de una trascripción invertida de abatsurama, restaurado en el sánscrito avarma; pero se traduce el nombre como tenkinki «demonio que tuerce los tendones». El ankâvatârasutra (ed. Nanjô 262) también nombra a la mujer: Apasmârî.

BIDARA, o meitara, bidaroba, en sánscrito vetala; «levantando cadáveres», kishiki «demonio que levanta cadáveres”. También da mirizuidara que corresponde al compuesto en sánscrito mrta-vetâla «vetâla-cadáver». Nombre de una especie de demonio que toma posesión de los muertos y les hace cometer asesinatos; por extensión, este nombre designa también el rito mágico que consiste en resucitar a un muerto y hacerlo cometer un asesinato. El vetâla es un demonio que se aferra a los cadáveres, los hace levantar para cometer asesinatos. Matar por medio de un cadáver resucitado por Encantamientos es lo que se llama vetâla. El Vinaya del Sarvâstivâdin distingue dos clases de asesinato, vetâla y semi-vetâla:  Vetâla, es cuando un Monje mendicante (Laico), en el día 29, busca un cadáver humano intacto, llama a un demonio, pronuncia Encantamientos sobre el cadáver y lo resucita; lo lava con agua, lo viste, le pone un sable de doble hoja en la mano, luego forma mental u oralmente el siguiente deseo: “Cumplo el vetâla contra tal y tal”; esto se llama el logro de vetala. (Si el asesinato tiene éxito,es un pecado por el cual no se puede hacer Contrición.) Si la persona a matar está en Éxtasis, o en la Concentración del Espíritu del Bien, o si está protegida por un poderoso maestro de Encantamientos, o por Dioses o espíritus, ningún daño le sucede. (Es entonces un pecado de Contrición.) Cuida el Monje que hace estos Hechizos asesinos de primero preparar una oveja o un banano; si el asesinato no tiene éxito, corta a la bestia o al árbol; de lo contrario, el demonio, privado de su presa, regresa y mata al Monje mismo. En cuanto al «semi-vetâla», es cuando un Monje (Laico), en el día 29, hace un carro de hierro, instala en él un hombre de hierro, llama a un demonio, pronuncia Encantamientos sobre el hombre de hierro, lo levanta, lo lava, lo viste, le pone un sable en la mano, etc….(ut sup.)—El Vinaya del Mûla-Sarvâstivâdin indica procedimientos algo diferentes: “¿A qué se llama asesinato vetâla? Si un monje desea conscientemente matar a un hombre, o una mujer, o un pandaka (eunuco), etc., va a un cementerio el día 14 de una luna negra; busca allí un cadáver fresco, que ni siquiera las hormigas han tocado todavía; lo frota con tierra amarilla, lo lava con agua perfumada, lo cubre con una alfombra nueva, unta sus pies con manteca derretida y pronuncia encantamientos sobre él; el cadáver luego se estira varias veces, como para levantarse. Lo coloca en un carro de dos ruedas, le coloca dos cascabeles de cobre alrededor del cuello y le pone un sable de doble hoja en la mano. Finalmente el cadáver se levanta y dice: “¿A quién quieres que mate?”. El amo de Encantamientos responde: “¿Conoces a tal hombre, tal mujer, tal eunuco?”. “Lo conozco”. -Y bien  ¡cortará su órgano de vida (jivitendriya)! Si el asesinato tiene éxito, es un pecado de Exclusión (parajika). Pero si la persona a matar lleva un cinturón de plantas medicinales; o fija un cántaro de agua sobre su puerta; o ata a su puerta una vaca y un ternero del mismo color, o también, con la vaca y el ternero, una oveja y un cordero del mismo color; o si tiene en su casa piedras farmacéuticas pulverizadas y un cilindro de piedra, o una estaca de Indra, o un fuego inextinguible, o imágenes sagradas, o el verdadero Cuerpo de Buda, o un Rey que hace girar la Rueda, su madre o su embrión, o un Bodhisattva, su madre o su embrión; o si está a punto de recitar las Defensas, o los cuatro Agamas, o simplemente los está recitando; o incluso si ella va a recitar, o está recitando, los grandes sutras, a saber: el Sutra del pequeño y el gran Vacío, los tres Sutras de la quíntuple suma, el Sutra de la red de la fantasmagoría, el Sutra del supremo rey que da la bienvenida a Buda, el Sutra  del supremo estandarte; —si está así protegido, el cadáver resucitado no puede entrar en su casa: el pecado entra entonces en la categoría de Ofensas Graves (sthûlâtyaya). A veces sucede que, como resultado de un conocimiento defectuoso de los procesos mágicos, el Monje es a su vez atacado por el cadáver resucitado, que busca matarlo; si el Monje lo mata, también es un pecado de Incumplimiento Grave. En cuanto al rito del «semi-vetâla», se diferencia del anterior en que el carro tiene una sola rueda, el muerto una sola campana, el sable una sola hoja; los pecados que implica son los mismos.—El término kishiki, en sánscrito krtya; pero los krtya son demonios que causan enfermedades, verbigratia los Aikisshi. Por lo demás,, se distingue expresamente el krtya de los vetâla, a los que se le atribuye un color rojo.

BISHASHA, o bishasha, bishasha, hishasha, bishaja, pisaca, «carnívoro». —Nombre de una clase de Difuntos, «demonios locos», tenkyōki, gokkuso «muy doloridos». Son eminentes entre todos los Difuntos. Su ojo está atacado tanto por el agua como por la sequedad. Su nombre significa «demonios que devoran almas», kanshôki; con los Gandharvas, vienen bajo la autoridad de Dhrtarâstra, rey celestial del Este.—Forman la última de las veintiocho clases de Seres que acompañan a Kannon con mil brazos.—En el Este, aparecen con sus consortes, el Pisacî (bishashi), al sur de la Corte exterior del Diamante en el Círculo del Plano de Matriz; se les representa como demonios demacrados que devoran manos humanas, beben sangre, etc. El Sello de la Pisâca consiste en entrelazar los dedos de las dos manos curvas (como hacen los cristianos para orar), excepto los dos dedos medios que están erectos y estirados uno contra el otro, como una aguja; para los Pisacî, los dedos medios están redondeados en forma de círculo, en lugar de estar tensos. La Fórmula de los Pisâcas es: [Namah samantabuddhânâm] pisâcagati [svâhâ], y la de las Pisâcî: Pisi pisi (o hishi hishi). Pero según otros, esta última Fórmula (hishi hishi) sería la de los Pisâca; de acuerdo a la siguiente interpretación: pi significa sentido último (en sánscrito paramârtha), si significa extinción (en sánscrito sântâ); pisi por lo tanto significa: el Sentido Último es la extinción. —En Japón, en los conventos de las sectas Shingon y Zen, los Pisâca se han convertido en los dioses de los lugares de descanso, shishin: allí están inscritos sus nombres o su Fórmula.

 

fuente: HÔBÔGIRIN. DICTIONNAIRE ENCYCLOPÉDIQUE DU BOUDDHISME D’APRÈS LES SOURCES CHINOISES ET JAPONAISES,  1929

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