Efraín Alegre tiene mala imagen, pero su estructura es casi imbatible. Ahora, la pelea es por ser su compañero de fórmula: Esperanza Martínez y Soledad Núñez son las opciones que se manejan.
Las internas a padrón abierto de la oposición fueron pensadas como una reivindicación de corte «maximalista», es decir, como una exigencia poco probable de obtener, pero eficaz para aglutinar y generar algo de épica en la Concertación.
Sin embargo, la rápida resolución favorable que dio el TSJE al pedido, y la decisión de la ANR de no apelar en otras instancias, hizo desaparecer la mentada bandera de lucha, obligando a los opositores a afrontar la realidad.
El entusiasmo inicial por unas internas abiertas rápidamente se desvaneció. Kattya González, una de las principales referentes de la oposición, volvió a asegurar que el formato de las internas opositoras solo favorece al PLRA, con o sin padrón abierto.
“¿Cómo está diseñada la Concertación y cómo planteó la propia claque que gobierna el país? Es el que gana, gana todo, y el que pierde, pierde todo, entonces nosotros necesitamos un Congreso fuerte, acá se habla demasiado de la Presidencia de la República”, sostuvo en una entrevista a ABC Cardinal.
Estas declaraciones de la diputada González coinciden punto por punto con lo que viene manifestando Euclides Acevedo, quien lo formuló de manera aun más explícita: «Las internas de la concertación solo pueden ser ganadas por Efraín Alegre, Martín Burt o Fleytas».
Una encuesta encargada por sectores independientes de la oposición respalda estas aseveraciones. En ella se consigna que solo un 30% del electorado habilitado muestra interés en participar en la interna de la Concertación.
Con esos guarismos, será la estructura del PLRA quien definirá la contienda, mientras que la participación de afiliados colorados en la interna opositora sigue siendo una fantasía, cuando no una débil hipótesis conspirativa.
Así las cosas, la verdadera lucha es por ubicarse como dupla del candidato liberal con más chances de ganar, es decir, Efraín Alegre. Mientras Soledad Núñez o Kattya González aun dudan de dar dicha pelea, Esperanza Martínez reclama dicho espacio con fuerza, amenazando incluso con llevar a Lugo como candidato a vicepresidente en una chapa presidencial propia.
La decisión no es fácil para el efrainismo. Esperanza Martínez como precandidata a vicepresidente podría neutralizar el doble juego que mantiene Lugo con Euclides Acevedo. Es recordada como una de las mejores ministras de salud del periodo democrático. Sin embargo, es una candidata exclusivamente atrayente para el votante politizado de izquierda.
Una dupla con Soledad Núñez tendría más capacidad de ampliar el espectro electoral, por el perfil de la misma. Se trata de una política joven, una técnica formada en el exterior, cuyo paso por la SENAVITAT fue muy elogiado y que tiene buena imagen tanto en círculos progresistas como de centro-derecha.
Kattya González es otra de las figuras fuertes que pelean por completar la chapa opositora con Alegre. La diputada se destaca por ser muy conocida en todo el país, el electorado la caracteriza como una mujer con mucho carisma, que puede llegar a ser una gran líder. Su apariciones públicas siempre están vinculadas a la lucha anticorrupción, un tema que «encajaría» muy bien con la propuesta de Efraín, que es básicamente «luchar contra las mafias». No obstante, la diputada ya habría decidido ir por una banca en el Senado.
Lo cierto es que, allanado el campo para poder realizar una interna abierta que defina candidaturas, ahora resulta que, en la oposición, el lugar que está en disputa no es la cabeza de la fórmula sino la vicepresidencia.
Efraín Alegre es el candidato con peor imagen de la Concertación, pero con la estructura más sólida, por eso nadie cree poder ganarle una elección. La fórmula que él presente dependerá de los cálculos que haga para enfrentar al Coloradismo: necesita una persona que le ayude a neutralizar a sus detractores.
