El dinero que financia la campaña electoral de Santi Peña está en la mira de EEUU, así como todos los dirigentes que lo reciban. Se espera una estampida en el cartismo, porque pocos quieren estar vinculados con una persona que fue señalada como amenaza a la seguridad interna del país del Norte.
Se vive un terremoto político en las internas coloradas, luego de las declaraciones del Departamento de Estado norteamericano y del embajador en nuestro país, Marc Ostfield.
El anuncio responde a una investigación sólida y con suficiente evidencia, según declaró Ostfielfd. Los cargos por los que debería responder Cartes en EEUU ya no se limitan al contrabando de cigarrillos y al lavado de dinero, sino que involucran complicidad con actos de terrorismo, según el comunicado hoy emitido.
Estos hechos empiezan a volver inviable la campaña electoral de Honor Colorado. El movimiento no solo lleva las iniciales de su fundador en el nombre, sino que es Horacio Cartes es la columna vertebral, máximo referente y único financista de la agrupación.
Por eso, los problemas de Cartes resuenan de manera estruendosa entre sus seguidores, ya que salvo el expresidente, pocos son los que tienen peso propio o una imagen positiva con la que posicionarse.
Asimismo, el principal recurso que tiene Cartes y da vida a su movimiento, el dinero, está siendo fuertemente monitoreado. Hoy el dinero de Cartes, además de estar manchado con el mote de la criminalidad, da miedo y pesa en la mano de quien se atreva a recibirlo.
Desde que se hizo público el comunicado de la Embajada de Estados Unidos, vincularse con Cartes es ser un potencial cómplice del terrorismo internacional. Esto ya está siendo evaluado por muchos dirigentes de Honor Colorado, quienes abandonarían el cartismo, según nuestras fuentes.