Paranaländer empieza a liquidar el año con la exhibición atroz de su obra poética, cosecha quizá magra por la cantidad pero cuya calidad será juzgada finalmente por el lector (nuestro asesino en potencia for ever).
Menos de 18 días y algunas horas para que acabe el año. Ya se ciernen sobre nuestras cabezas agobiadas los plomizos resúmenes del año: resumen de tus twitch, de tus tuit, de tus posteos en Facebook, de tus videos en Tik Tok, mejores discos, pelis, del año, etc. Ok. Empiezo hoy con los poemas que he escrito este año lleno de dos (2). Son diez (10) poemas: Estanzuela, Mi tambor de Icanchu, Oda a la muela, Jahe’o trap, Belleza saite, Cassiano Ricardo escupe el tereré, Mba’e meguã, No muevas nunca ni un dedo, Mamá rembo y Las flores de Tupã y Cuarasy. Uno quedó en mero título: Palma Loma. Y todo un proyecto de libro para el 2023: Cuarto morotĩ. Es imposible transcribir todos los poemas en esta columna. Intentaré citar largos fragmentos para tener una idea del estilo usado y de sus peculiaridades lingüísticas.
Belleza saite
Te vi en la cúspide de una nota musical
brillo de shangri-la en los labios
yo pulga libidinosa sin cura
arreado de guitarras metafísicas
me planté ante el altar del miedo:
mi infancia sobre las salamancas de la Chacarita
otra vez
vivo y muerto
la doble identidad del poeta
enamorado de sus vidas paralelas
personaje de Goodis
una cámara subjetiva que hace llorar
clon de Satán
que hace feliz al tatu ro’o de tu alma
prometo no volver
ni en forma de emperador de los helados veraniegos
ni como alucinación de la resolana lambareña
póra jeyma dirás pichada
cuando el viento te palmotee el trasero
nunca fui sabio ni profeta
mi verdad
breve
es simple como la belleza del amanecer:
amo la estupidez hasta el caracú de mi demencia
Las flores de Tupã y Cuarasy
Dejaste París, que vale sus misas sangrientas,
por Assumptiom, capital de marxistas nonatos,
para sucumbir a mis añagazas nivakles,
a mis arcos guayakis,
a mis mba’e meguã futuristas…
Re orgasmosizada de la luz anacrónica
robada a los caníbales franxutes
exhíbes ante el altar de la nada del amor
potlatch ebúrneo
don alquímico de la carne
tu espíritu hecho arcilla
tetas teas tetas
muñecas de cera brotadas del Chaco
como fata morganas del tedio
yo pobre comensal
succiono espacio y tiempo como un surfista
de la felicidad abrumadora
terminando yaguaí tekaka
agua y gozo
chorro y luz
tetas tetas tetas
flores del jardín onírico
de Tupã y Cuarasy
Cassiano Ricardo escupe el tereré albañil
o vate gosta más bien do tereré suculento
pletórico de yuyos, hierbajos, kapi’i katĩ:, cepa caballo, perdudilla, plumas de paraka’u, hojas de mango, semillas de limón ceutí…
Un tereré tipo sopa de bruxa maluca.
Gusta sobre todo naufragar en el infinito Paraná,
u otro nome da eternidachi.
Cuando el delirio da birra ataca se defiende con el conjuro infalible: ¡kurupi!
Mandala patentado por o Pai Anxieta y coloreada
por la orixá de sal, la Lispector.
¡Cassiano Ricardo es en verdachi un caníbal que usa cuchillo y tenedor!
Un Pelé chino.
Un Cristo Reddentor mulato.
Un Noúmeno vampiro.
Un porouxo mental.
Pasa la agonía da vida moderna en los becos de crack de 25 de Mayo.
En carnaval va fantasiado de Mariskal rey del Paraguay y emperador de los mamelucos…
En São João se emborracha con la lluvia quenchi de las pelis noir…
Sale en noches de luna llena con yiyicitas puro hueso y pelo zero so’o…
Cassiano Ricardo no deja dormir a la poesía tarova, pula y rompe las bolas como shinning de Kanese y Edgar Pou…
Culeará de por vida como póra kachiãi a las doña Flor de la poesía culí.
Cassiano Ricardo sueña morir en el cerro Lambaré
para cuyo epitafio robará el verso del vendedor de lotería:
¡che número de la suerte chereja!
Jahe’o trap
ndoikói chera’a ndoikói chera’a amor virtual de J.A. Prudence
necesito hiperstición ¡ya nomás!
¡dale Hiperión!
nga’u ra’e
soy el desdichado Grodek 2022
EL QUE RAPEABA VENID AL SACRO TEMPLO
a Bizancio a Babylon ad
con tu bella dama sin mercy
ndoikói kublai khan ndoikói chera’a
el jardín de Twicknam
ni los ríos de bondad acarreteando las penínsulas
ndoikói piedra madre ndoikói chera’a
apretar la poesía en un torno y romper el akãtembo
de la atroz exhibición de soledades
ndoikói chera’a ndoikói el viaje de la luz
oh cuán fule es el morir
llevando pavor al sepulcro
ndoikói chera’a ndoikói voi chera’a
la verso facho preferido:
mejor la lira de una hora que un largo año de paz sin el dux
ndoikói la nde hombre de nieve comisario ndoikói chera’a
debe ponerse un espíritu infernal
para obturar la nada que allí no persiste
y la nada que me pre-existe
ndoikói chera’a ndoikói
esos nietos del papá no nacidos
bastantes cosas ceden
pero pocas dejan botellas de amor
con su luz ciega, la picha y pincha
ndoikói ndoikói
soy tu infraHomero
¡y cuántas cenizas en las perrazas!
vale Valéry
ese mundo que tenemos
se enciende eternamente
ndoikói chera’a ndoikói
si no prendes el espiral que devora mundos y días
es el tenor, ¡es el tenor!
ndoikói chera’a ndoikói
la nde ventana que bebe el verde
y las manos del cantor eran un frío
curtido por suave liebre
ndoikói chera’a ndoikói
la otra rosa
prolongar amamantamiento con sombra casamentera
ndoikÓi Gonzalo nde verseo ndoikói
juventud juventud, ¿por qué me drogaste
con el filtro del tiempo?
Este pan que abro fue sol en el oro tiempo
Ndoikói chera’a ndoikói vointe chera’a
Sombrero más que pombero, más romero que pombero
Ndoikói chera’a
La luz de la sombra ndoikói
Ya la rubia cumbia rumbeó silencio abajo
Ndoikói ndoikói
Porque tierna es la coche pyahu
Y el mar sin rolex
Ndoikoiko ndoikói chera’a ndoikói
Ndoikói mba’eve en la púa de mi sitar
Indio ko’ág̃a
Nda hatãsei ndo pu’ãsei la che diapasón mi
Hate’y che trompito kyrey pletórico de vértigos
Ymaite
No florece mi aliento poético saturado de Colgate
Trucho
Ndoikói ndoikói! Ndoikói ndoikói
Che lapi acuarentenado
Lleno de pánico pandémico temor
Ndoikói la Simón el estilita rekove