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sábado, noviembre 23, 2024

Mi primer mundial

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Oscar Passaglia repasa su vivencia de los tres mundiales ganados por Argentina en los años 78, 86 y 2022.

Tenía tan solo diecisiete años y vivía en una tremenda dictadura militar que entró al poder por golpe de Estado al gobierno de Isabel Martínez de Perón en mil novecientos setenta y seis. Era julio del 78, hacía un “frío Mundial”, diría Fabián Casas.

Mi amigo y compañero de curso, Jorge Sotello Juntos cursábamos el tercer año de una carrera secundaria para ser técnico mecánico, escuela industrial de doble turno, mañana y tarde. Muy pocas escuelas tenían doble turno por esos años; no era pupilo ni medio pupilo: regresábamos a nuestras casas a almorzar y volvíamos por la tarde después. Recuerdo muy bien al gringo Cristofanelli, Claudio, el narigón: rubio de facha, juntos veníamos de la primaria, yo en el séptimo A y él en el B. Las minas del B eran más lindas que las del A, y ahí se usaba la facha con las minas porque después en la secundaria era solo de varón, la Osvaldo Magnasco.

El gringo Cristofanelli poco duró en la 288”, también le decían así a la Magnasco, porque probó en el fútbol profesional jugando en Ferrocarril Oeste del ochenta y dos. De esa época recuerdo al Beto Márcico y un fugaz paso por Huracán Solo lo vi una sola vez jugar en persona, un partido que jugó con su club natal Newell’s Old Boys de Rosario, del cual salió Messi. El gringo era un 8 nato, un armador de pocos goles, y hoy es un ayudante de campo de Gustavo Alfaro, técnico de la selección Nacional de Ecuador que casi clasificó para la segunda ronda de Qatar 2022.

Dos días a la semana por las tardes no teníamos clase. Eran libres los martes y jueves y nos reuníamos al costado del cementerio. El gringo no recuerdo para quién jugaba, si para el equipo de Jorge o de mi lado. El picado se fue poniendo lindo porque el gringo la pisabaEn una jugada me llega la pelota, yo jugaba en la defensa y arranco a toda carrera para el arco contrario. Me sale Jorge y quiero pegarle bien abajo a la pelota para que le pase sobre la cabeza el famoso sombrero, pero le pegué de tal forma que la pelota pegó en su pecho y seguí… Ya frente al arco para hacer el gol, el arco estaba marcado con buzos de ambos lados simulando un poste, Claudio y los demás paran el partido porque Jorge estaba en el suelo y de espaldas sin moverse. Lo doy vuelta como para pedirle disculpas y una espuma blanca salía de su boca, y tenía los ojos desorbitados.

No sé cómo llegué al hospital de emergencia, por ese entonces se llamaba Dr. Clemente Álvarez, que estaba donde hoy están los tribunales federales de Rosario. Ahí me informaron que Jorge había fallecido por el golpe dado con la pelota en su pecho, pecho mal llamado de paloma”… Qué sé yo lo que era un pecho de paloma”. Jorge hacía gimnasia y era el mejor de la clase en Educación Física, un diez tenía en su libreta. A Camargo, el profesor, nunca le informaron de esa malformación Al principio no supe ni quise saber el porqué, ¿por que murió? ¿Era sano o era enfermo? ¿O solo yo fui su verdugo? Me pregunté mil veces porqué estaba frente a la pelota, porqué jugaba con una enfermedad A mí me quedó verlo por última vez con vida, y yo voy a llevar esa carga de por vida por un error que no fue, porque solo estábamos jugando, por el “pecho de paloma”…

Al poco tiempo llegó en plena dictadura militar el Mundial de fútbol 1978 en Argentina. El flaco Menotti a la cabeza como entrenador, Maradona con 17 años que no fue convocado por el flacoEse plantel tenía los números en su espalda por abecedario: Fillol el arquero tenía el número 5, Alonso que era el diez, tenía el 1 en su espalda El gringo llegó a tener una camiseta original de ese Mundial, la número 22, que era de Ricardo Villa. El hermano delgringo por ese entonces jugaba en Loma Negra, aquel mítico equipo de fútbol de Amalita Lacroze de Fortabat, que decían se financiaba con ganancias facilitadas por la dictadura militar

Argentina para pasar a segunda ronda y clasificar tenía que ganarle a Perú por una diferencia de 4 goles. Por ese entonces no era como ahora y eran tan solo 24 equipos. Terminó ganando Argentina por 6 a 0, y a pesar de que ya pasaron muchos años de ese famoso seis cero”, sigue siendo un tema latente en Argentina, porque las sospechas siempre fueron grandes y porque las pruebas de ese partido que estuvo arreglado siguen siendo muy fuertes.

Después vino el mundial juvenil del 79 con Maradona con el número 10 en su espalda. Con dieciocho años nos levantábamos a las seis de la mañana para ver los partidos porque se jugaba en Japón, y Argentina fue campeón de ese Mundial juvenil. Después vino España 82, un Mundial opaco por la guerra de Malvinas, que ni siquiera pasamos de ronda. Ya en México 86, con Diego con tan solo veinticinco años, fue nuestro segundo y último mundial ganadoMañana 18 de diciembre del 2022 en Qatar seremos por tercera vez campeones mundiales (escribo esto el sábado por la noche antes del final de Argentina Francia).

Ni en el 78, ni en el 86 sufrí como sufrí hoy Veníamos bien, manejamos el partido hasta el segundo tiempo, nos fuimos a los vestuarios ganando por dos arriba. Teníamos que ser campeones mundiales otra vez. Lo vi en el 78 con solo diecisiete años, en el 86 con 24 años y ahora con sesenta y uno lo pude ver por tercera vez. No sé si volveré a ver nuevamente a Argentina campeón del mundo, es hora de que mis hijos recién con treinta y treinta y cuatro años puedan verlos en otra consagración. Los héroes fueron el dibu Martínez y la pulga Messi.

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