Paranaländer, harto del 2022, se despide, casi a la francesa, del año, haciendo un apresurado y desmemoriado resumen.
Descubrí otra song que se regodea y refocila con el orgasmo (femenino): la primera es “My game of loving”, un clásico del disco de 1969 “An electric storm” de la banda de Delia Derbyshire, White Noise. Se trata de la canción 10 “Je suis vivant et vous êtes morts” (del disco “Le livre noir du capitalisme” del año 2018) del músico y compositor de banda sonoras el genial franchute Sylvain Chauveau.
También publiqué dos libros, uno como editor-organizador y el otro una recopilación de columnas.
Me enfermé, como casi todo el planeta, de la peste de moda.
Cumplí un año más.
Leí toneladas de epub, pdf’s, y libros en papel.
Libros perseguidos hace rato cayeron por fin en mis manos: Diario inútil y Cahiers de Cioran.
Aprendí, sigo aprendiendo cada día, cientos de enseñanzas, a costa de mi piel, de mi propio cuerpito.
Sabidurías que brotan en los lugares más insospechados e imprevisibles.
Me emborraché, y mucho, aún con más ganas, después del engorroso episodio covidiano.
Esta columna tiene un avatar como streaming cada viernes de tarde.
¿Qué más?
Traduje a tutti quanti al guarani simulando seguir un plan mallarmeano de guaranizar el universo.
Vi pelis -no soy muy peliculero, la verdad- que ni recuerdo ahora.
Quedaron varios proyectos para el año que viene, libros, eventos culturales, presentaciones.
Intentaré ponerme al día con mis deudas de toda laya.
Y siempre, combatir el calor con una buena birra (hasta que el hígado diga basta).