El lunes pasado, una mujer transgénero identificada como Audrey Hale, quien había estudiado en la escuela privada Covenant en Nashville, Tennessee, mató a tiros a seis personas en ese lugar.
Tres de las víctimas eran niños que asistían al colegio, mientras que los otros tres eran adultos, incluida la directora de la escuela.
Hale también murió a tiros cuando los agentes de policía llegaron al lugar. La policía informó que Hale había ingresado a la escuela con al menos dos rifles de asalto y una pistola y había escrito un manifiesto antes del ataque.
Las autoridades aún no han confirmado los motivos detrás del ataque.
Este tiroteo se produce en medio de una epidemia de violencia armada en Estados Unidos, con un total de 129 tiroteos masivos registrados desde principios de año, según el sitio web Gun Violence Archive. Si el ritmo continúa, 2023 podría marcar un nuevo récord histórico.
Los tiroteos más graves este año han ocurrido en lugares como Misisipi, Míchigan y California.
La tragedia de Uvalde, Texas, también sigue siendo recordada, donde un joven de 18 años mató a 19 niños y dos profesoras en una escuela primaria en mayo de 2022.
La epidemia de violencia armada continúa siendo un problema importante en Estados Unidos, con la necesidad de soluciones efectivas para prevenir futuros tiroteos masivos.