Durante su proclamación, Santiago Peña, presidente electo, instó a los sectores políticos a dejar de lado las diferencias para reconstruir el país para convertirnos en una sociedad próspera y justicia social.
El Tribunal Superior de Justicia Electoral realizó el acto de proclamación de autoridades electas que gobernarán el país por 5 años, encabezados con el presidente y vicepresidente electos, Santiago Peña y Pedro Alliana, así como los 45 senadores.
El acto se desarrolló en sede del Banco Central del Paraguay, ante la asistencia de los titulares de los Poderes del Estado, ministros del TSJE, legisladores; así como el cuerpo diplomático.
En su discurso, Santiago Peña, sostuvo que la democracia es el modelo de convivencia pacífica en medio de las particularidades y diferencias de las personas, que se resuelven en el ámbito civilizado del derecho; pero en el otro extremo, aguardan el caos, la anarquía, violencia y destrucción.
Aseveró que “la democracia es la única forma de gobierno que garantiza que las confrontaciones políticas; o sea, la oposición mutua de ideas, actitudes y conductas, se reglen y canalicen por el trayecto de los debidos procesos institucionales y normativos”.
Reconoció que “nadie es lo suficientemente fuerte para gobernar en solitario, ni demasiado débil para ejercer una valiente oposición desde la valoración crítica. El que no comprenda este ejercicio dialéctico, está condenado al irremediable fracaso”.
Elogió la labor del TSJE, que el pasado 30 de abril demostró ser una institución funciona y se consolida como piedra angular de la democracia en el Paraguay.
Destacó el avance y la madurez tanto cívica como electoral de los paraguayos, que alientan a diseñar un porvenir compartido entre el Partido Colorado y la oposición.
Así también, hizo un recuento en varios pasajes de la historia de nuestro país, recordando el desarrollo de los comicios en Paraguay, así como los momentos de revueltas, golpes y revoluciones, declarándose un entusiasta del optimismo y enemigo del fatalismo; e instando a dejar de lado las diferencias y a recuperar los valores que dieron identidad al pueblo paraguayo como la honestidad, transparencia, igualdad y solidaridad.
“Hace siete años tome la decisión de involucrarme y participar en la política nacional, abandonando la comodidad que ofrecen las tribunas de la academia y las políticas públicas para participar del proceso electoral con el sueño de generar los grandes cambios que nuestro país necesita… Tenemos por delante un Estado a recuperar y un país por reconstruir. Los paraguayos no podemos esperar más tiempo para alcanzar una sociedad prospera y con justicia social”, acotó.
