Paranaländer recurre a uno de sus corresponsales más sagaces, O Francês do Paraguai, para trazar un perfil del otrora célebre traductor de Nimuendaju, el paraguayo Juan Francisco Recalde (1885-1947).
Poco se sabe, o poco se escribe, sobre el famoso traduttore-traditore de las Leyendas Guaraníes de Nimuendaju, don Juan Francisco Recalde.
En un libro consagrado a su labor en la sanidad militar durante la contienda chaqueña, su hijo explica que estaba radicado en São Paulo desde 1922 donde ejercía la profesión de médico llegando a «granjearse alta estima y gran renombre profesional». Sin embargo, en 1926 y luego de la muerte de su esposa, Doña Clementina Ammiri de Recalde, «no encontró mejor solución para la educación de sus hijos que enviarlos junto a los parientes, a Italia, embarcándolos en el mes de Noviembre de 1926 con destino a ese país». Por lo menos, en la Italia fascista, aprenderían un poco de calistenia y loas al Duce.
Mientras tanto en Brasil, Juan Francisco Recalde, para distraerse de su soledad, comenzó a «visitar todos los sábados, hasta los domingos inclusive, una tribu de nativos oriundos del Paraguay, afincada a unos 80 kilómetros del Puerto de Santos, sobre Praia Grande, en un lugar llamado Itanhaé».
Según su hijo y biógrafo, estando un día con los nativos de Itanhae, vió pasar hacia Buenos Aires un avión con colores italianos pilotado por el famoso aviador Francesco De Pinedo, que le dió todo pirī.
Fue así perfeccionando el guaraní que como paraguayito ya dominaba ampliamente. Se volvió guaranólogo y publicó “Nuevo Método de Ortografía Guaraní” en 1924, para lo cual tuvo el inconveniente que otros tendrían más tarde: obtener los tipos especiales de imprenta.
De Recalde y de su traducción de Nimuendajú se dijo de todo y también todo lo contrario. En sus «Novidades tupinologias» publicada en el tomo IV del Boletim Bibliográfico de 1944, Herbert Baldus dice que Recalde organizó en 1925 un curso de guarani en el Instituto Histórico e Geográfico de São Paulo entre los que el mismo Baldus estuvo como alumno. Agrega el autor de las novedades tupinológicas, que en 1937 «a Revista do Arquivo Municipal de São Paulo publicou o texto da interessante conferência realizada pelo Dr. Recalde na Sociedade de Sociologia sôbre ‘Vocábulos designativos de relações e contatos sociais, nas línguas tupi e guarani’ asi como un ‘Estudo critico sôbre Termos tupís no português do Brasil’. Recuerda también Herbert Baldus, que en 1940 se publica en Asunción el ensayo sobre «El guarani de los Guarayos de Bolivia». (Baldus 1944, p. 84-85).
Sin embargo, su trabajo más conocido es su edición y traducción del trabajo de Curt NimuendajU Unkel: “Leyenda de la Creación y Juicio Final del Mundo como Fundamento de la Religión Apapokuva-Guarani” (1944, São Paulo).
Herbert Baldus escribe en 1944 que la edición del trabajo de Nimuendaju hecha por Juan Francisco Recalde «não se limitou a traduzir a parte alemão para o castelhano e a reproduzir os textos em apapokuva mas também verteu êstes últimos para o guaraní dos paraguaios modernos e acrescentou, além de numerosas notas filológicas». Según Baldus, traduciendo la ópera-prima de Nimuendaju, Recalde «prestou um importante serviço não só aos seus patrícios e aos leitores brasileiros, como também a todos aqueles que estudam aos índios sul-americanos e a etnologia» (Baldus 1944, p 85).
Poco tiempo después Recalde fallecía y, en la esquela mortuoria que publica en «O Estado de São Paulo el 3 de diciembre de 1947, Baldus lo llama de «amigo», «modelar pai de familia, «insigne médico» y de «fervoroso patriota». De hecho, Baldus recuerda las decepciones políticas de su amigo Recalde diciendo no recordar cuántas veces éste salió « de São Paulo para o Paraguai, a fim de participar do governo de seu país e quantas vezes regressou de lá como exiliado!». Finalmente, Baldus repite sus elogios sobre los servicios prestados por Recalde con su traducción del trabajo de Nimuendaju sobre la religión Apapokuva-Guarani.
Sin embargo, el mismo Baldus cambiaría de opinión sobre esta obra de Recalde. Una década más tarde, en 1954, Baldus diría que la traducción del alemán de Recalde «contém tantos erros que não pode ser utilizada para estudos científicos” (1954, p. 485).
Si bien era liberal, Recalde parece que fue de aquellos cuarentistas que terminaron desilusionados del porteñismo europeizante. No por nada se instaló en el Brasil y se interesó en lo autóctono y lo «campechano»: el guarani. Dentro de sus desilusiones y contradicciones políticas lo vemos firmar, entre otros políticos liberales de ascendencia italiana, un mensaje de apoyo a la «política exterior» del fascismo italiano, o mejor dicho a la guerra colonial. Ésta, según el mensaje de apoyo, estaría «alentada por el impulso civilizador» y buscaría liberar a «los últimos seres humanos que todavía yacen en la abyección de la esclavitud».
Colmado de desilusiones, Juan Francisco Recalde, y su aporte al estudio del guarani, está hoy casi olvidado.
O Francês do Paraguai