“La tobillera definitivamente no va a resolver el problema de fondo. Tenemos que deconstruir la masculinidad tóxica”, sostuvo el criminólogo Juan Martens, en una entrevista radial.
A raíz de la muerte de una jovencita de 20 años, por parte de su expareja, otro joven de 21 años, en la ciudad de Lambaré, las autoridades nacionales plantean implementar el uso de tobilleras electrónicas para todos los que cumplen con prisión domiciliaria; sin embargo, a criterio del criminólogo Juan Martens, esta medida no resolverá el problema de fondo.
En entrevista con Radio Monumental, Martens aseguró que se debe deconstruir la masculinidad toxica que se cree dueño de una mujer, por lo que el trabajo debe ser mucho más integral, con un profundo pacto social llegando a varios estamentos de la educación, la universidad, e incluso los medios masivos de comunicación.
“La tobillera definitivamente no va a resolver el problema de fondo. Tenemos que deconstruir la masculinidad tóxica. El caso de Lambaré es el ejemplo de un joven de 20 años se cree el cuento de que es dueño de una mujer y hace eso”, sostuvo.
“Tenemos que hacer un pacto social, declararnos en emergencia y construir un nuevo país en donde todos seamos iguales. Necesitamos un abordaje educativo en escuelas, universidades y medios de comunicación. Se naturaliza y valora relaciones de posesión”, recalcó.
Habló acerca de la Ley Nº 5777/16 “De Protección Integral a las mujeres contra toda forma de violencia”, que sirvió para contabilizar los feminicidios, sin embargo, hay falencias en la prevención para que el Estado proteja a estas mujeres.
“El gran aporte que hizo la ley 5777/16, cuando se incluye el hecho punible de Feminicidios, fue contabilizar muertes. En prevención no hizo nada. Lastimosamente estas mujeres que cayeron en relaciones violentas van a tener que sobrevivir porque el Estado no les va a proteger. ¿Quién le puede proteger? Su familia, amigos y comunidad”, indicó.
“Esto me recuerda a la ley de feminicidio. ¿En qué cambió? En que la muerte de pareja contra mujeres se llama feminicidio. Esto, como las tobilleras, no ataca la raíz. Una tobillera funciona en España, pero este país hizo una inversión multimillonaria. En América Latina no conozco un sistema eficiente”, aseveró.
Señaló que la violencia intrafamiliar es el delito más denunciado en el país, por lo que se necesitarían miles de tobilleras electrónicas para realizar el monitoreo de las personas que guardan reclusión domiciliaria, pero el inconveniente que es que hay estructura en el Estado para el control, además de que se requiere trabajar con especialistas en salud mental para un mayor abordaje.
“Hoy violencia intrafamiliar es el delito más denunciado. ¿Cuántas tobilleras vamos a necesitar? ¿10.000 o 20.000? ¿Cuánto personal va a realizar el monitoreo?. Presentamos la tobillera como una solución mágica, pero acá a dos o tres años vamos a seguir plagueándonos por los números de muertes de mujeres”, manifestó.
“¿Cuántos psicólogos y psiquiatras tenemos para trabajar con los agresores? Te puedo asegurar que no hay estructura. Necesitamos dotar al Estado de funcionarios especialistas para intervenir en estas problemáticas”, acotó Juan Martens.
