Sergio Massa recupera iniciativa y ya habla de un gobierno de unidad con la Unión Cívica Radical y el larretismo, mientras Milei desapareció de la campaña hace algunos días, en medio de especulaciones sobre su salud mental. Paraguay espera atento las elecciones del 22 de octubre, en medio de la tensión por la crisis de la hidrovía y el freno en los desembolsos en Yacyretá.
Desde la óptica de Paraguay, es crucial prestar atención a los recientes cambios en la escena política argentina, dado que estas transformaciones pueden tener implicaciones directas en las relaciones bilaterales y en la geopolítica regional.
Luego de las elecciones PASO (primarias abiertas simultáneas y obligatorias) de agosto, tres candidatos se posicionan con posibilidades de lograr un buen resultado en las elecciones generales del próximo 22 de octubre.
Si bien sorprendió el buen desempeño que obtuvo el candidato outsider Javier Milei (La Libertad Avanza), lo cierto es que, después del escrutinio final, se reveló que el partido de Milei y las dos fuerzas principales, Juntos por el Cambio (Patricia Bullrich) y Unión por la Patria (Sergio Massa), salieron prácticamente empatados, confirmándose lo que la actual vicepresidenta y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner había vaticinado varios meses antes (“un empate de tercios”).
Ante este escenario, quien salió más golpeada fue Patricia Bullrich, pues encarna una opción política similar a la de Milei, pero menos extrema, desdibujándose, así, su atractivo. Milei se posicionaba, hasta hace algunas semanas, con muy buenas posibilidades de ganar la elección e incluso imponerse en primera vuelta.
Sergio Massa, actual ministro de Economía argentino, parecía correr con una cierta desventaja, dadas las profundas dificultades que está atravesando su país con la crisis de inflación que se agrava mes a mes. Sin embargo, él ofrece una opción totalmente distinta a Milei y Bullrich y ese es su gran atractivo. Su objetivo es llegar al ballotage con el economista ultraliberal e imponerse como la única alternativa frente a lo que sería un salto al vacío de la Argentina, por las propuestas tan insólitas que lleva adelante Milei.
Un cambio de escenario en la última semana que descoloca a la política paraguaya
Massa, con una notoria recuperación de la iniciativa política, se erige como una figura clave en la actual campaña presidencial argentina. Sus acercamientos con la Unión Cívica Radical y un sector de Juntos por el Cambio, particularmente aquel liderado por Rodríguez Larreta, han generado revuelo en el tablero político.
Esto se explica por la cruenta interna que tuvo el espacio fundado por el expresidente Mauricio Macri, donde terminó imponiéndose Patricia Bullrich sobre el actual jefe de gobierno de Buenos Aires, pero en lo que es considerada una victoria pírrica. La relación entre el actual intendente porteño y Macri (quien apoyó abiertamente a Bullrich) parece haberse roto para siempre. Un dato para tener en cuenta es que el partido tradicional con estructura en todo el país, la Unión Cívica Radical, se había alineado detrás de Rodríguez Larreta.
Ahora bien, paralelamente al repunte del candidato del oficialismo argentino, es notorio que la figura política con la que el oficialismo colorado paraguayo tiene mayores vínculos, encarnada en Patricia Bullrich, enfrenta un desafío mayor, ubicándose en una tercera posición según encuestas recientes. La situación de Javier Milei, cuyo inicial triunfalismo ha sido opacado por errores de campaña y cuestionamientos a su temperamento, también impacta en la dinámica política.
Un punto relevante para destacar es la posibilidad de que Sergio Massa ofrezca el ministerio de Economía a la UCR, evidenciando una estrategia de ampliación y coalición. Esto sucedería el próximo domingo, durante el primer debate presidencial. La aparición de Gerardo Morales (gobernador de Jujuy) en un acto en Salta podría indicar canales de comunicación fluidos con la cúpula de la UCR. Esta cercanía se vio reflejada también anteriormente, cuando Massa se abstuvo de condenar al gobernador durante la crisis en su provincia.
Fuentes allegadas a la campaña de Unión por la Patria han revelado conversaciones entre Massa y figuras prominentes tanto del partido centenario como de peronistas vinculados al PRO, como son Emilio Monzó (armador político que llevó a la victoria a Mauricio Macri en 2015) y el propio Horacio Rodríguez Larreta. Asimismo, todos saben en argentina que Massa y Larreta son muy buenos amigos, argumento que movilizó Bullrich para socavar la imagen de su adversario en las internas.
Massa ya habla de gobierno de unidad nacional con la UCR
Massa ha dejado claro su interés en un gobierno inclusivo, afirmando en recientes actos su disposición para convocar a figuras de distintas fuerzas políticas en caso de asumir la presidencia. Su experiencia le brinda confianza en su capacidad para dirigir y coordinar un equipo diverso.
Es evidente que esta apertura es correspondida. Emilio Monzó y otros dirigentes han mostrado inclinaciones hacia Massa en sus declaraciones. En esta sintonía, personalidades como Emiliano Yacobitti (diputado con radical con base en la Ciudad de Buenos Aires y la UBA) y Larreta han mostrado gestos favorables hacia Massa, dejando de lado a figuras como Patricia Bullrich. En este punto hay que resaltar que, formalmente, el intendente de la capital argentina apoya a Bullrich, pero todos los analistas políticos rioplatenses dan cuenta de que, por lo bajo, Larreta no está alineado a su fuerza.
En una reciente intervención, Massa agradeció el apoyo de gobernadores de distintas orientaciones políticas, subrayando la posibilidad de construir una Argentina unida, más allá de las diferencias.
¿Qué pasa con Milei?
La reciente cancelación de una entrevista con la cadena estadounidense CNN por parte del candidato de La Libertad Avanza, cuando el corresponsal había viajado ya a Buenos Aires y tenía todo programado, levantó fuertes especulaciones sobre qué pasa con Milei.
La excusa del economista para dejar plantado a uno de los periodistas estrellas de CNN en Español fue que “se quiere guardar 10 días”.
Sin embargo, en las redes sociales corre el rumor de que la salud mental de Milei no estaría pasando por su mejor momento. Se hablaba de ataques de pánico, brotes psicóticos, picos de estrés. Desde su espacio político, argumentan que está en excelentes condiciones y que decidió tomar un break antes del primer debate presidencial, que tendrá lugar este domingo 1 de octubre.
Lo cierto es que hace días que el ganador de las PASO no hace apariciones públicas, pero se confirmó que el jueves pasado grabó un nuevo spot y una entrevista con el periodista Alejandro Fantino, que se verá este sábado a las 21 h. de argentina. No obstante, su desempeño en el debate pondrá fin a la incertidumbre.
¿Qué le espera a Paraguay?
La relación entre Paraguay y Argentina hoy no goza de la mejor salud. El peaje unilateral que los argentinos impusieron en la hidrovía y la interrupción de los pagos por la cesión de energía de Yacyretá caldearon los ánimos y dieron lugar a fuertes declaraciones de ambos lados.
Lo cierto es que Massa es el presidente de hecho de Argentina. Aunque formalmente el mandatario es Alberto Fernández, este está vaciado de poder hace, por lo menos, dos años. Sergio Massa, anteriormente presidente de la Cámara de Diputados y uno de los fundadores y sostenes políticos de la alianza “Frente de Todos” que llegó al poder en 2019, asumió el ministerio de Economía con poderes ampliados y todo el arco político de su país lo reconoce como el verdadero “hombre de la lapicera”. Incluso tiene el apoyo de Cristina Fernández de Kirchner. Su candidatura a presidente fue exigida por los gobernadores peronistas, líderes sindicales y otras figuras de peso del partido fundado por Juan Domingo Perón.
Desde el Paraguay muchos políticos especulaban con que el gobierno peronista-kirchnerista estaba terminado. Apostaban al cambio y a la vuelta de Mauricio Macri, ya sea por medio de su candidata Patricia Bullrich, o por la victoria de Javier Milei, con quien Macri tiene muy buena relación. De hecho, Milei, quien se presenta como una alternativa a “la casta política” ve en Macri un aliado y hasta llegó a afirmar que le gustaría que quien gobernó la Argentina entre 2015 y 2019 cumpla un rol relevante en su gobierno si llegara a ganar.
Sin embargo, la posibilidad de que siga Massa pone un manto de duda sobre cómo continuará la relación entre Buenos Aires y Asunción.
