Enrique Riera reconoció que la revuelta en el Penal de Tacumbú se generó como consecuencia de las declaraciones del ministro Barchini, quien acusó al “Clan Rotela” de secuestrar y asesinar a un preso desaparecido, que no estaba muerto sino se había fugado.
Durante una entrevista con radio Monumental, el ministro del Interior, Enrique Riera, reconoció que la crisis que estalló en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú se debió a las declaraciones del ministro de Justicia, Ángel Barchini.
“La crisis en Tacumbú indudablemente se generó por sus declaraciones”, admitió. “Por lo tanto, es razonable que, en este momento, él baje su perfil, ya que sus declaraciones pueden ser irritantes”, agregó.
La controversia se desató después de que Ángel Barchini informara al presidente de la República, Santiago Peña, que el joven oficial de policía desaparecido en el penal había sido secuestrado por el Clan Rotela y, posteriormente, asesinado por el grupo criminal. Esto marcó un giro en la narrativa oficial, ya que inicialmente las autoridades habían sostenido que el oficial se había fugado de la prisión.
Riera explicó que Barchini realizó estas declaraciones sin saber que la reunión del Consejo de Ministros se estaba transmitiendo en directo. El ministro de Justicia tenía previsto corregir su versión de los hechos el lunes siguiente, admitiendo que el oficial desaparecido, Oliver Lezcano, se había fugado de la prisión, pero esto nunca sucedió.
“Barchini, al menos según sus propias palabras, desconocía que sus declaraciones estaban siendo transmitidas en vivo durante la reunión de gabinete”, destacó Riera. “Por eso, el impacto de sus declaraciones fue tan significativo, y posteriormente se disculpó con sus colegas. Estas declaraciones provocaron la primera revuelta en la prisión la semana pasada”.
Riera también mencionó un problema de cronología que exacerbó la situación. La noche anterior, el equipo de inteligencia de la Policía y el Ministerio del Interior identificaron un teléfono celular que rastrearon, lo que demostró que el oficial que supuestamente había sido asesinado por el Clan Rotela se había escapado de la prisión el día anterior.
“Yo solicité un informe por escrito y lo entregué al ministro Barchini en la mañana antes de la conferencia de prensa sobre las pulseras”, continuó Riera.
“Supuse que él ya había hecho la corrección necesaria, lo que me dejó tranquilo. En mi intervención, yo planeaba hablar sobre el programa de pulseras electrónicas, mientras que él debía confirmar que el oficial seguía con vida. Esto habría evitado el video que se difundió posteriormente y la agitación dentro de la prisión, ya que, evidentemente, existe una preocupación sobre una posible intervención estatal”, agregó por último.
