El dirigente liberal Carlos Mateo Balmelli afirmó que el PLRA sufre la peor crisis de su historia debido a la derrota en las últimas elecciones, a la crisis financiera y la falta de liderazgo. Calificó a la situación actual del centenario partido como “sin horizonte”.
El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) de Paraguay conmemora la gesta revolucionaria del 18 de octubre de 1891, un evento que para esa agrupación reviste un carácter simbólico importante.
Sin embargo, en medio de esta conmemoración, el partido enfrenta una profunda crisis que incluye la derrota en las últimas elecciones, dificultades financieras, falta de liderazgo y una creciente competencia de una tercera fuerza política.
El analista político y dirigente liberal, Carlos Mateo Balmelli, expresó su preocupación por la situación del PLRA y declaró: “Creo que el Partido Liberal tiene que reconocer que estamos atravesando la peor crisis de nuestra existencia porque hemos perdido en concertación, estamos quebrados financieramente y estamos sin liderazgo, sin horizonte”.
En comunicación con radio Ñandutí, Balmelli destacó la necesidad de que el PLRA se adapte a las transformaciones y expectativas de la sociedad paraguaya. “La diligencia del Partido hace un esfuerzo para ubicarse en un lugar donde se pueda hacer una oposición y que la gente pueda distinguirla”, agregó.
Además, subrayó la creciente competencia de una tercera fuerza política que está compitiendo con el Partido Liberal. “El Partido está mal y no hay que decir que el Partido está bien. Si decimos que está bien, nadie hará reformas”, advirtió.
Balmelli hizo hincapié en la necesidad de que el PLRA construya liderazgo mediante hombres y mujeres que puedan generar entusiasmo más allá de los círculos internos del partido. Comparó la actitud de los liberales con la de los colorados, quienes buscan dirigentes capaces de proyectar una imagen positiva en la sociedad en general.
Finalmente, el analista consideró que el actual presidente del PLRA, Hugo Fleitas, es un hombre de transición y que las circunstancias actuales no le permiten expandir su liderazgo. Enfrenta una serie de desafíos, incluyendo una administración complicada y un proceso de desmoralización política.
