El presidente de Cetrapam, César Ruiz Díaz, advirtió que la transformación del sistema de transporte del área metropolitana llevará entre 4 y 5 años, subrayando la necesidad de una planificación a largo plazo y alternativas viables para su implementación.
César Ruiz Díaz, presidente del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), afirmó que cualquier cambio en el modelo de transporte requerirá varios años de planeación y desarrollo. Durante sus declaraciones, Ruiz Díaz subrayó que la modificación del sistema no se logra únicamente con la creación de una ley, sino que es necesario «generar alternativas e ingeniería de transporte» para garantizar su eficacia.
En comunicación radio Ñandutí, el empresario estimó que los cambios en el sistema de transporte podrían demorar entre 4 y 5 años como mínimo, debido a la necesidad de analizar y ajustar las bases previas de modificación. También hizo hincapié en las dificultades financieras que enfrentan los transportistas. «No hay sistema que funcione con los costos actuales porque siempre trabajamos por debajo de lo necesario para cubrir el costo real de transportar a un pasajero», señaló Ruiz Díaz.
Ruiz Díaz expresó su preocupación por las declaraciones del ministro de Economía, advirtiendo que los transportistas operan con un déficit del 30% en los costos de las operaciones. «Trabajamos con un 30% por debajo en el costo de las operaciones», enfatizó, dejando claro que esta situación pone en riesgo la sostenibilidad del sistema.
En cuanto a la introducción de la electromovilidad en el transporte público, Ruiz Díaz reconoció que se trata de «el norte a seguir», pero destacó que es fundamental desarrollar condiciones óptimas, como los puntos de recarga de los buses eléctricos. “Anhelamos que el Estado sea el encargado de operar esos buses”, comentó, sugiriendo que la responsabilidad de la transición debería recaer en el sector público.
Ruiz Díaz también mencionó que los empresarios del transporte están dispuestos a ampliar los servicios, por ejemplo, extendiendo los horarios de funcionamiento de los colectivos durante la noche. Sin embargo, cuestionó quién asumiría los costos adicionales que esto implicaría. “Es más fácil decir que no queremos trabajar de noche”, concluyó, señalando que el desafío financiero sigue siendo un obstáculo clave para la implementación de mejoras en el servicio de transporte.
