En su participación en el informe de la OCDE, el presidente Peña destacó los logros de Paraguay en términos de estabilidad macroeconómica, crecimiento sostenible y apertura al mundo, señalando su aspiración de convertirse en miembro de la organización.
El presidente de la República, Santiago Peña, expresó este lunes que el modelo de desarrollo implementado por Paraguay en los últimos 20 años ha sido el «camino menos transitado de transformación lenta y silenciosa». Durante su intervención en el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París, Peña resaltó que el país ha mantenido una sólida política macroeconómica que le ha permitido crecer a un promedio del 3,6% desde 2003, incluso frente a crisis globales como la de 2008 y la pandemia de COVID-19.
El mandatario hizo hincapié en que, a pesar de haber sido un país pequeño con preconceptos errados, Paraguay se ha transformado en una «gema oculta» con una economía vibrante, decidida a ocupar su lugar en el escenario internacional. Este enfoque ha generado un desarrollo económico sostenido que se mantiene incluso en un contexto mundial desafiante.
En su discurso, Peña también subrayó los desafíos que enfrenta América Latina, destacando que la región, a pesar de contar con recursos y estabilidad, depende de la voluntad de las economías más grandes para poder avanzar. Para Paraguay, la clave del éxito ha sido su integración global y el acceso a mercados internacionales.
El presidente destacó además que el país ha logrado un modelo de crecimiento sostenible, utilizando el 100% de energía renovable proveniente de sus dos grandes hidroeléctricas y con una cobertura forestal del 40%. Estas prácticas, junto con la producción de soja amigable con el ambiente, posicionan a Paraguay como un líder en sostenibilidad en la región.
En cuanto a su deseo de avanzar hacia la adhesión a la OCDE, Peña subrayó que Paraguay ha demostrado ser un país respetable, que comparte los valores fundamentales de la organización, como el compromiso con la democracia y el crecimiento económico inclusivo. La adhesión a la OCDE representa el cierre de un ciclo de dos décadas de políticas económicas orientadas a la estabilidad y el progreso, un camino que ya ha dado frutos con logros como la reciente calificación de «grado de inversión» otorgada por la calificadora Moody’s.
