Ochenta y cinco menores de entre 2 y 17 años realizan el «Camino de Santiago». Todos reciben o recibieron tratamiento por padecer diversos tipos de cáncer de médula. Decidieron emprender la peregrinación como manera de celebrar la vida y, a su vez, concienciar al mundo sobre la importancia de la donación de médula.
La idea de realizar esta proeza surgió hace 5 años, entre los padres de pacientes oncológicos pedriátricos de un Hospital de Málaga. Desde entonces, realizaron eventos y campañas para recaudar fondos y apoyos.
El país de España informa que muchos de los niños peregrinan en silla de ruedas, con muletas o prótesis. La experiencia es emocionante para todos. Sus médicos resaltan la fortaleza de los jovencitos y su férreas ganas de vivir.
«Estos niños que hoy están disfrutando el camino de Santiago están vivos gracias a los donantes”, destacó uno de los voluntarios que los acompaña.
Foto de portada: El País