El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que asesinar al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, no escalaría la guerra sino que la terminaría, dejando abierta la posibilidad de que su gobierno esté evaluando ese escenario.
En una entrevista televisada con la cadena estadounidense ABC News, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró que la posible muerte del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, no significaría una escalada en el actual conflicto entre ambos países, sino que, por el contrario, marcaría su final. La declaración se da en medio de un contexto de ataques bilaterales continuos desde el pasado viernes, con un saldo de al menos 224 muertos en Irán y 24 en Israel.
Netanyahu evitó responder directamente si su gobierno tiene como objetivo eliminar al líder iraní, pero sostuvo que Israel está “haciendo lo que tiene que hacer”. En su defensa, argumentó que la lucha contra Irán representa una “batalla entre el bien y el mal”, y agradeció el respaldo del presidente estadounidense, Donald Trump, quien, según reportes, habría rechazado anteriormente un plan israelí para asesinar a Jameneí por temor a un conflicto mayor.
“Hoy es Tel Aviv, mañana es Nueva York”, expresó Netanyahu, aludiendo al programa nuclear iraní como una amenaza global. Además, acusó a Teherán de mantener negociaciones falsas con Washington, asegurando que dispone de inteligencia “muy sólida” que revela que Irán sigue desarrollando armas nucleares y misiles balísticos.
“Lo que Israel está haciendo es impedir que Irán lleve a cabo sus amenazas existenciales. La guerra eterna es lo que ellos buscan. Nosotros queremos terminarla”, remarcó el líder israelí.
Desde el viernes, Israel ha lanzado ataques sobre objetivos militares y relacionados con el programa nuclear iraní. Irán respondió con ataques que también han dejado víctimas civiles. Mientras crece la tensión en Medio Oriente, Netanyahu insiste en que su país actúa en defensa propia y por la seguridad global.