Es un récord absoluto. El calentamiento global genera estragos en Alaska, cuyo suelo se derrite en impacta en el estilo de vida de sus pobladores y de su fauna autóctona.
La ciudad de Anchorage, la más grande del Estado de Alaska (Estados Unidos) tuvo una temperatura de 30 grados el pasado 4 de julio, día de la independencia norteamericana. Se trata de récord que inquieta, ya que en esta época el termómetro suele estar en 18 grados.
Según los expertos, Alaska sufre un proceso de calentamiento dos veces más rápido que vive el resto del planeta: entre 1901 y 2016, la temperatura promedio de Alaska aumentó 2,6 grados, mientras que en el resto de Estados Unidos el aumento fue de 1 grado.
El “permahielo” -una capa de hielo que representa el 80% del suelo de Alaska y debería permanecer congelada todo el año- se está derritiendo. Los caminos se vuelven inestables y ocasionan muchos accidentes que bloquean caminos.
Los efectos del calentamiento global son nocivos para el estilo de vida tradicional de las comunidades costeras de Alaska, integradas por miembros de pueblos originarios de la zona.
Foto de portada: La Prensa (Nicaragua)