Donald Trump promulgó una ley «prodemocrática», dando su respaldo a los manifestantes de Hong Kong. Autoridades de la República Popular China consideraron que se trata de una inmersión en cuestiones soberanas y que es una «abominación absoluta». Prometen represalias si no hay una retractación de los americanos.
Ayer, miércoles 27 de noviembre, el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, promulgó una ley por la cual se busca proteger «los derechos humanos y la democracia en Hong Kong». La ley había sido aprobada una semana en el Congreso estadounidense, por una amplia mayoría, como respuesta a la represión a las manifestaciones civiles en ese territorio, que comenzaron en junio.
El «acta 2019 sobre derechos humanos y libertad en Hong Kong», amenaza con suspender el estatus económico especial acordado por Washington a Hong Kong (que determina que el territorio autónomo -pero perteneciente a China- está exonerado de las restricciones que se le aplican al resto del país gobernado por un régimen político comunista desde 1949.
De esta manera, los congresistas americanos someten la permanencia del estatus económico especial al respeto de las libertades y garantías de los ciudadanos que se manifiestan en Hong Kong, lo cual deberá ser validado anualmente por la administración estadounidense. También se prohíbe la venta de material represivo a las fuerzas del orden hongkonesas que sirvan para reprimir a los manifestantes.
Esta ley fue repudiada por el Viceministro de Relaciones Exteriores chino, Le Yucheng, quien declaró que los EE.UU. deben corregir este error antes de que se estropeen las relaciones y la cooperación entre las dos potencias. Amenaza con tomar represalias si los americanos no modifican lo que considera una intromisión en los asuntos internos del país por parte de un gobierno extranjero. El gobierno de Hong Kong también se mostró molesto por esta legislación.
Sin embargo, los estadounidenses -republicanos y demócratas- celebraron la medida. Al punto tal que Donald Trump no tuvo más remedio que promulgarla, después de dudar una semana, temeroso de arruinar su buena relación con su par Xi Jinping.
Hong Kong es una región administrativa especial, que pertenece a China pero tiene un gobierno autónomo y legislación especial respecto al resto de China. Hasta 1997 era un protectorado británico. Allí existe la separación de poderes y los ciudadanos gozan de más libertades y garantías que en China continental, como por ejemplo el derecho a manifestarse.
Desde junio de 2019 existe un movimiento de protestas. Comenzó como repudio a un proyecto de ley que buscaba autorizar las extradiciones de hongkoneses hacia la China continental y luego continuó, con demandas de más democracia. La manifestaciones llevan ya varios meses y los participantes no ceden en su nivel de contestación. Algunos fueron fuertemente reprimidos.
La polémica por la ley «prodemocracia» sucede en medio de una guerra comercial entre EE.UU. y China que ya lleva más de un año.