Casi una costumbre. El incidente que casi derivó en una escena de pugilato entre los senadores Dionisio Amarilla y Salyn Buzarquis, del PLRA, es el más reciente caso –no el último, seguramente- de una seguidilla de agresiones e insultos que protagonizaron parlamentarios en el seno del Congreso Nacional.
Se dijeron de todo, desde cobardes y ladrones, hasta golpistas. El motivo: las diferencias en torno a quién ocupará el puesto de Paraguayo Cubas tras su reciente suspensión. El caso terminó con la abrupta suspensión de la sesión.
Los senadores liberales Dionisio Amarilla y Enrique Salyn Buzarquis casi llegan a los golpes. Comenzaron con insultos que iban subiendo de tono, las situación empeoró cuando Buzarquis a los gritos le trató a Amarilla de “inútil”, “ladrón” y “recaudador de la Contraloría” #650AM pic.twitter.com/3ob6e0JNHH
— Radio Uno 650 AM (@UNO650AM) April 16, 2019
“Bueh! Es la moda, que nadie se queje. Si hace uno, al final, todos van a entrar en esto”, posteó en su cuenta de Twitter la senadora del PDP, Desirée Masi. El comentario parece apropiado.
Bueh! Es la moda,que nadie se queje.
Si hace uno, al final, todos van a entrar en esto. https://t.co/3PWoG7CxVZ— 😷Desirèe Masi Jara (@desimasi2) April 16, 2019
No se trata de algo novedoso, para ser honestos; sin embargo, en periodos anteriores los casos de enfrentamientos entre legisladores eran más bien una anécdota esporádica. Pero hoy devino en costumbre.
La semana pasada, sin ir más lejos, el senador Payo Cubas protagonizó una serie de incidentes, primero en la Comisión de Asuntos Constitucionales, donde tiró agua a comisarios, ministros y a su colega Fernando Lugo, quien le devolvió el “gesto” derramándole un vaso con agua que había sobre la mesa.
Pocos días después, el mismo Payo, en plena sesión del Senado, se acercó al curul del senador Colorado Calé Galaverna y volvió a repetir la actitud, hecho que aceleró su suspensión por 60 días de la Cámara Alta.
Hace ya un poco más de tiempo, hubo también insultos de todo tipo entre Payo Cubas y la senadora liberal Zulma Gómez, quien no se ahorró denuestos en guaraní para contrarrestar acusaciones del legislador, gritándole sin parar «Tembo Forro».
En su momento, el senador también disparó epítetos de grueso calibre contra las senadoras Lilian Samaniego y Blanca Ovelar.
En otra oportunidad, al recomendar que los propios senadores sean secuestrados, tuvo la fuerte respuesta de la senadora Mirta Gusinky, quien recordándole el trágico desenlace de su hija Cecilia, le suplicó que contuviera sus desbocadas amenazas. La colorada corrió con algo más de suerte, Payo le pidió disculpas.
En fin, al decir de la senadora Masi, si esto ya se convierte en una moda, será mucho el espectáculo del que la ciudadanía “disfrutará” en los próximos meses; pero de una agenda legislativa seria, un trato ecuánime y un trabajo parlamentario con resultados en leyes destinadas a la promoción del bienestar económico y social del pueblo paraguayo, al menos por ahora, ni hablar.