El ex arquero de la selección nacional, Jose Luis Félix Chilavert, no pasa un solo día de su vida sin dar clases de ética y de civismo desde su cuenta Twitter.
Pero para ser un verdadero referente moral se necesita un mínimo testimonio de vida que lo acredite, no basta con haber sido una estrella en la cancha.
La moral atañe a todos los aspectos del comportamiento, especialmente al trato que se les da a los demás y, sobre todo, a la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
¿Es este el caso de Chilavert? En absoluto.
El ex guardameta es conocido por pasar años sin querer reconocer a su propia hija. Solo lo hizo cuando la justicia le ordenó someterse a pruebas de ADN. Aun así, incumplió con sus obligaciones paternas, negándole el alimento a la niña, a pesar de poseer una inmensa fortuna.
Una prueba contundente de su calidad humana.
Por ese horrible caso recibió incluso una imputación.
Esta repudiable inconducta bastaría para sospechar de los arrebatos de moralidad que tiene Chilavert a la hora de juzgar a los demás.
Además, se le conoce por el arte del oportunismo y por la amnesia posterior al apoyo que les da a políticos todos los colores: cuando caen en desgracia, los niega antes que el gallo cante tres veces
Para intendente de Asunción hizo campaña por el liberal Martín Burt y después por el colorado Arnaldo Samaniego. También se recuerda su intenso lobby con la ex intendenta Evanhy de Gallegos para controlar el negocio de los contenedores de basura.
Adicto a los favores del poder, apoyó a todos los Presidentes de la transición democrática, sin hacer distinción de signos políticos ni orientaciones ideológicas.
Su personalidad multifacética, sumado a sus altos niveles de confusión política, lo llevan a condenar al «socialismo del siglo XXI» y a compartir, al mismo tiempo, encuentros con Evo Morales y Pepe Mujica.
Es que los negocios y el olor del billete contante y sonante carecen, al parecer, de toda ideología.
En el plano local, despotrica día y noche contra el Frente Guasú, pero olvida que fue un elemento propagandístico preponderante de la campaña presidencial de Fernando Lugo.
Destituido el ex obispo, ¿qué hizo Chilavert? La respuesta es previsible: corrió a los brazos de su sucesor Federico Franco, quien en menos de dos años habría saqueado el Estado paraguayo más que en 100 años de vida independiente.
La infaltable foto:
Apoyó decididamente a Horacio Cartes y no perdió la oportunidad de posar con el clan Zacarías, un testimonio más del compromiso de Chilavert con personajes acusados de graves hechos de corrupción.
Supuesto crítico del manejo de la FIFA y supuesto enemigo de Juan Angel Napout, tampoco eso le impidió la foto de rigor con ex presidente de APF, hoy preso en EEUU.
En los últimos meses, luego del escándalo que protagonizó su hermano con presuntos integrantes de la mafia ucraniana, empresarios de ese país afirmaron que toda la familia Chilavert es conocida por padecer serios desordenes mentales.
Chilavert es conocido no solamente por ser una veleta de la política, yvytuista en nuestro léxico nacional. Además, fue vinculado con narcotraficantes reconocidos mundialmente, según afirmó el senador Kalé Galaverna:
Pocas semanas atrás, Chilavert dio una nueva muestra de incoherencia. Se jacta de poseer una gran hombría y coraje, pero se escondió atemorizado detrás de una mujer policía ante el mínimo riesgo de una pelea callejera.
Estas son solo algunos de los mil rostros de José Luis Félix Chilavert, un hombre que afuera de las canchas de fútbol solo mostró irresponsabilidad, incoherencia, bajeza humana y adicción a los encantos del poder.
