En el año 2007 los gobiernos de Nicanor Duarte Frutos y Lula Da Silva firmaron un acuerdo histórico: Paraguay obtuvo el derecho prioritario a la energía excedente (más barata). Esto permitió mantener tarifas fijas durante más de dos décadas y salvar a la ANDE de su quiebra.
Paraguay tiene prioridad en la utilización de la energía superior a la garantizada o energía excedente de la central hidroeléctrica y hasta ELETROBRAS de Brasil, debía ceder su energía asociada a su potencia contratada en caso de que a nuestro país le faltara.
Esta debe ser la base de toda negociación futura, aseguran los expertos.
Luego de haberse puesto en duda el régimen de adquisición de potencia de la Itaipú por parte de la ANDE, desde el 2007 el texto del acta aprobada en aquel año muestra con claridad las ventajas históricas alcanzadas por el entonces gobierno paraguayo.
El documento se denomina: “Instrumento de compromiso entre ANDE, Eletrobras e Itaipú Binacional sobre aspectos técnicos y de contratación de los servicios de electricidad de la Itaipú Binacional”.
El propio texto destaca que la negociación se había iniciado en el año 2006 y definía los puntos que debían regir hasta el año 2023.
Las ventajas se prescribían más específicamente en los siguientes puntos:
– El punto “c” especifica que “será priorizada la utilización por Paraguay de la potencia excedente de la UHE (usina hidroelectrica) Itaipú”.
– El punto “f”: “En situaciones de falta o insuficiencia de potencia excedente en la UHE Itaipú, será cedida al Paraguay parte de la potencia contratada por Brasil, dentro de los límites preestablecidos y desde que tal cesión no comprometa a las necesidades del sistema interconectado brasileño”.
Estas ventajas supusieron un ahorro anual del orden de los USD 150.000.000 anuales para el Paraguay y fue parte de una negociación del gobierno de Nicanor Duarte Frutos, a cambio de la instalación de dos nuevas turbinas en la central para uso de Eletrobras de Brasil
Por lo tanto, lo que muchos técnicos, analistas y diplomáticos plantean, es que no fue una concesión graciosa para el Paraguay, que, por ende, se trató de un acuerdo muy ventajoso para el país y que debe ser la vara desde la cual parta toda negociación futura para la adquisición de potencia de Itaipú.
Nunca menos de lo ya obtenido en 2007. Siempre más.
