La aplastante victoria del peronismo en las primarias convirtió a Alberto Fernandez como virtual ganador de la primera vuelta y próximo presidente de la Argentina. El periodo de gobierno de Mauricio Macri y su catastrófica derrota electoral dejan por lo menos seis lecciones que el gobierno de Mario Abdo Benitez debe analizar atentamente.
1) La cuestión económica debe ser el centro de las preocupaciones de un gobierno y más aún en un contexto de recesión regional
En el siglo XXI, las personas son cada vez más diferentes y así lo expresan en sus redes sociales. Sin embargo, en todos los países hay una regularidad: los ciudadanos demandan a sus gobernantes que la situación económica no altere sus vidas. Reclaman que haya un Estado que defienda el salario, el empleo, el consumo y la estabilidad, y que permita que la gente realice y concrete sus proyectos. Macri fracasó en esto y la dupla Fernández-Fernández fue muy eficaz en instalar la cuestión económica en el centro del debate.
Cuando las cosas están mal, la gente vota en función de su «bolsillo» y no a partir de consignas vagas, como “defender la República” (quién sabe de qué amenaza), o “el respeto a las instituciones”, cuando lo que se percibe es que éstas no están al servicio del pueblo.
2) Los blindajes mediáticos no garantizan éxito gubernamental ni electoral
Los medios de comunicación de Argentina fueron otros de los protagonistas de la dura derrota macrista. Desde 2015 funcionaron como aliados del gobierno, maquillando o escondiendo cualquier noticia negativa y dedicándose solamente a criticar al gobierno anterior. Formaron un bloque casi homogéneo en la propaganda pro-gubernamental hasta el último día de campaña. Nada de esto le sirvió a Macri, al revés: el blindaje mediático lo aisló del país real, construyendo una fantasía de la que se despertó de golpe anoche, ya sin margen de maniobra. Knock out.
3) La institucionalidad y el discurso anticorrupción, en contexto de crisis, no generan grandes adhesiones.
Esto se vincula con el primer punto. El gobierno de Macri creyó que para la gente era más importante el desfile de políticos presos que ver su heladera llena. “Cambiemos” provocó 4 millones de nuevos pobres, 50 % más de inflación y el aumento sideral del desempleo.
A medida que recrudecía una mala perspectiva económica, la agenda oficial cada vez más giraba en torno a la cuestión de la corrupción, y el pueblo percibía que éstas no eran sino maniobras distractivas para ocultar la incompetencia y escapar de la responsabilidad que implica gobernar.
4) No se puede gobernar únicamente de acuerdo a las expectativas internacionales sin tener en cuenta el día a día de los ciudadanos
Macri se sometió a los dictados de las potencias internacionales, con la esperanza puesta en una “lluvia de inversiones” que nunca llegó. Entregó la soberanía nacional de su país llevando la deuda externa al 90% del PBI. Los mercados, ante el fracaso económico, solo le dieron la espalda.
Esto nos demuestra que las lealtades que debe construir un gobierno deben ser con sus ciudadanos y no con las entidades financieras. El capital solo va hacia los países prósperos.
5) La caída de Macri es una derrota contundente de los profetas de la “pospolítica”
Macri basó su carrera en ciertos postulados neoliberales que parten de la idea de que ya no se necesitan discursos políticos ni campañas basadas en la militancia tradicional. La derrota de ayer demostró que, si bien las redes sociales son una herramienta importante, no se puede ganar elecciones especulando con algoritmos, “microsegmentaciones”, mensajes ultrapersonalizados y “trolls”.
La victoria de Fernández fue una contundente afirmación de lo colectivo. Además, fue una reivindicación sin precedentes de que la política se hace poniendo el cuerpo, recorriendo el país y hablando con la gente para conocer sus necesidades y anhelos.
6) Todo proyecto de poder necesita de una base de sustentación real.
Fernández se ocupó de liderar un paciente pero eficaz armado nacional, obteniendo el apoyo de todos los gobernadores del peronismo y de líderes sindicales de gran peso en la dinámica política argentina. Unió al Peronismo. Además, logró convocar a sectores diversos de la sociedad civil, decepcionados por las políticas de ajuste, como científicos, maestros, artistas, comerciantes, cámaras de pequeños y medianos empresarios.
Contrariamente, Macri no hizo más que perder los apoyos que había conseguido en 2015 y lo llevaron al poder. Al final, solo gobernaba con los medios de comunicación y un primer anillo que lo aisló de la verdadera Argentina.
