Un joven de 17 años que vivía alimentándose de papas fritas y jamón procesado se ha quedado ciego debido a la falta de vitaminas en su dieta.
El adolescente de Bristol, Reino Unido, que ahora tiene 19 años, no había comido una fruta o verdura en una década. Su única comida diaria era una porción de papas fritas, que estaba acompañada durante todo el día por salchichas fritas y ocasionalmente un sándwich de jamón además de las famosas papas fritas en tubos.
El estudiante no identificado, que tuvo que dejar de estudiar informática en la universidad, tenía deficiencia de varias vitaminas clave, incluidas la vitamina B12, el cobre y la vitamina D.
Poco a poco perdió la vista en el transcurso de tres años, comenzando cuando tenía 14 años, debido a una afección conocida como neuropatía óptica nutricional. Tenía una altura y peso normales, pero la falta de nutrientes vitales causó daños irreversibles en el nervio en el fondo de sus ojos, dejándolo ciego.
En declaraciones al Times, dijo: “Me he vuelto muy aislado. Cuando era pequeño salía y jugaba al fútbol con mis amigos. Estoy demasiado asustado para hacer eso ahora. Él cree que los médicos a los que pidió consejo podrían haberlo ayudado antes al proporcionarle ayuda con su dieta, que solo comenzaron a cuestionar en una etapa progresiva.
«Cuando pedí ayuda, no me escucharon», agregó.
Su madre, que renunció a su trabajo en el pub para cuidarlo, le dijo al Telegraph: “Su vista se fue cuesta abajo muy rápido, hasta el punto en que ahora está legalmente ciego. “No tiene vida social de la que hablar ahora. Después de dejar la escuela, ingresó a la universidad para hacer un curso de informática. Pero tuvo que renunciar porque no podía ver ni oír nada.
Los nervios ópticos están formados por millones de fibras y son responsables de transferir información visual desde la retina al cerebro. Cuando las fibras se dañan debido a la falta de vitaminas, el nervio óptico pierde su capacidad de transmitir mensajes al cerebro.
La neuropatía óptica nutricional es una condición lenta e indolora que ve una disminución gradual de la visión. A veces se acompaña de disfunción de la visión del color y, si no se trata, conduce a la ceguera permanente. Las vitaminas B, que se encuentran en los alimentos integrales y las verduras de hoja, son vitales para mantener una buena vista.
Los médicos del Hospital Bristol Eye revelaron la historia en los informes de casos de Annals of Internal Medicine.
El niño inicialmente había ido a su médico de cabecera a los 14 años quejándose de cansancio. Las pruebas mostraron que tenía anemia y no estaba produciendo suficientes glóbulos rojos para satisfacer las necesidades de su cuerpo. Fue tratado con inyecciones de vitaminas y se le aconsejó que comiera una dieta variada con mucha carne, frutas y verduras.
Pero cuando sus síntomas no disminuyeron, comenzó a experimentar pérdida de audición y problemas de visión a la edad de 15 años. Los médicos desconcertados llevaron a cabo una serie de pruebas en el niño, que tenía un IMC normal y no estaba tomando medicamentos, pero no se encontró ninguna causa.
A los 17 años, la visión del paciente había empeorado progresivamente, hasta el punto de ceguera. Otros controles médicos descubrieron que tenía deficiencia de vitamina B12 y bajos niveles de cobre y selenio, signos reveladores de neuropatía óptica nutricional.
Para cuando le diagnosticaron la afección, el paciente se había quedado ciego permanentemente. Le recetaron suplementos nutricionales que corrigieron sus deficiencias y lo derivaron a servicios de salud mental por su trastorno alimentario.
Los pacientes con obesidad y cáncer son normalmente los que corren el mayor riesgo de sufrir la afección.
