El uruguayo busca imponerse en las elecciones de marzo para un nuevo periodo al frente de la OEA. Procedente de la izquierda (fue canciller de “Pepe” Mujica), ni bien asumió las riendas del organismo desarrolló una política virulenta hacia los gobiernos progresistas.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, visitó hoy nuestro país con el real objetivo de solicitar el voto del gobierno paraguayo para ser reelecto en marzo de 2020 por otros cinco años al frente del organismo hemisférico, según revelaron fuentes diplomáticas a nuestra página.
Aunque cuando fue electo para el cargo en 2015 Almagro juró una y mil veces que sólo se permanecería en el cargo por un periodo, parece que ahora está urgido por asegurarse una buena temporada más en la alta función.
Al menos, los gobiernos conservadores de la región le prometen su apoyo. De allí provendría su sorpresiva enemistad con los gobernantes progresistas ni bien asumió el cargo, si bien provenía entonces del partido de izquierda Frente Amplio, habiéndose incluso desempeñado como canciller uruguayo durante el gobierno de José “Pepe” Mujica.
En esa función llegó incluso a votar a favor de la separación del Paraguay del Mercosur cuando Fernando Lugo fue destituido en juicio político, a mediados de 2012. Pese a ello, tanto Horacio Cartes como, todo parece indicar Marito Abdo, ahora, le prestaron su apoyo para estar al frente de la OEA, un órgano que, si bien decadente, ejerce aún cierta influencia entre los gobiernos de América Latina y que recibe nada menos que el 60% de su presupuesto del gobierno de los Estados Unidos.
