Efraín Alegre, presidente del PLRA, insiste en realizar un juicio político al presidente de la República, Mario Abdo Benítez. Esta vez, la excusa es la fuga masiva de presos de la cárcel de Pedro Juan Caballero ocurrida días atrás. Solo esperan la autorización de Cartes, afirmó su aliada Celeste Amarilla.
Efraín Alegre, un incasable perdedor de contiendas electorales, pone toda sus esperanzas del 2020 en un nuevo juicio político al gobierno de Abdo Benítez. Luego de dejar en bancarrota al PLRA, sueña con un nuevo atajo para llegar al poder, de tal forma a recuperar su propia estabilidad financiera.
Debe decirse además que su pasión por el vampiraje de subsidios electorales se encuentra amenazado. Y no solo por su eterno rival interno, Blas Llano, sino por el liderazgo emergente de otros referentes del PLRA, como Víctor Ríos, Salym Buzarquis, inclusive Eduardo Nakayama.
Hace años se desconoce sus ocupaciones laborales, o fuentes de ingresos, ya que no se dedica a su profesión. Sin embargo, se lo ve a diario realizando giras políticas por diferentes departamentos del país. La ciudadanía se pregunta qué tipo de magia hace para financiar sus continuos viajes.
Sus ansias de poder llegan a tal punto que ha renunciado a su anticartismo visceral, dado que su aliada Celeste Amarilla expresó que sólo esperan el visto bueno de Horacio Cartes para llevar adelante el juicio político contra Abdo Benítez.
Ni la memoria de Rodrigo Quintana, joven que se opuso a la enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial y que fuera asesinado durante el gobierno de HC en el local del PLRA, parece poner límite a su intento de lograr con atajos lo que no logró por medio del voto popular.
Alegre está dispuesto a todo para sostener una vida alejada de cualquier actividad laboral, incluso a pactar con quien denunciara como «jefe de la mafia en el Paraguay».